sábado, diciembre 01, 2007

LOS VIDEOCLIPS DE TU VIDA (6). CRASH TEST DUMMIES: MMM MMM MMM MMMM … (1994). TRAUMAS INFANTILES

La curiosa banda canadiense Crash Test Dummies obtuvo a principios de los 90 un efímero éxito internacional que no volvió a repetir en años sucesivos. Concretamente solo uno de sus discos, God Shuffled his feet (1993), fue superventas en diversos países (todo un nº 1 en el RU), para luego pasar injustamente al olvido, aunque en la actualidad siguen en activo. Los Maniquíes para pruebas de choque se hicieron famosos en 1994 con su original pop-rock de autor con ramalazos new age y folk y la excepcional voz de su líder, Brad Roberts. El tema más famoso de aquel álbum es esta impagable canción, con un título más peculiar imposible y que hace referencia al efecto vocal que se repite a modo de estribillo durante todo el tema. Mmm Mmm Mmm Mmm… cuenta una especie de serie de tres anécdotas-cuentos infantiles perversos, que harían las delicias de Tim Burton: un niño al que la impresión de un accidente le deja el pelo blanco, una niña traumatizada por las manchas de nacimiento que tiene repartidas por todo su cuerpo, y otro niño atormentado por sus padres, miembros de una secta fanática.

Una canción tan peculiar precisaba de un vídeo a la altura de las circunstancias, y así fue. La filmación nos lleva a una función escolar que un grupo de chavales escenifican ante sus padres, y en donde vemos, representadas teatralmente por los críos, las tres historias antes citadas. Los Crash Test Dummies aparecen interpretando el tema en diferentes momentos, alternados con la historia de la función teatral. Visto 13 años después, este videoclip sigue siendo magnífico: las imágenes son claras y muy poéticas, todo el simbolismo de la representación teatral imitadora de la vida real esta muy conseguida, y los chavales actúan excelentemente. El mensaje de la canción, sobre todo aquello que puede hacer infelices a los niños y que los mayores muchas veces olvidan, es además muy significativo.

La canción llegó al número 2 en el RU y al 4 en USA, otorgando a Crash Test Dummies un efímero estatus de estrellas del rock que desapareció completamente en años posteriores. La canción, en mi opinión, es magnífica, tal vez uno de los mejores temas de los 90, una mezcla perfecta entre pop-rock y música contemporánea hecha con sumo gusto y sensibilidad. Y el vídeo, otra maravilla que merece ser recordad y reivindicada.

LOS VIDEOCLIPS DE TU VIDA (5): LOU REED: NO MONEY DOWN (1986). NO ES MR. REED, COMO ES FACIL DE SUPONER

Otro vídeo con polémica. 1986 no es un año recordado con predilección por Lou Reed ni por sus fans, ya que el legendario rockista neoyorquino entregó uno de sus trabajos más flojos, Mistrail, tras una primera mitad de los 80 verdaderamente brillante, y además la MTV retiró el vídeo del single que mas posibilidades tenía del álbum, este No Money Down. Fue una faena y una decisión precipitada ya que el vídeo era realmente caro y, de una original esperpenticidad que de antemano se sabía que iba a generar diversidad de opiniones. Pese a que la canción – como todo el álbum- no es nada en el glorioso repertorio de Lou Reed, este tal vez sea el videoclip por excelencia del artista norteamericano, recordado por todo bicho viviente por su extravagancia y desmesura. No diremos lo que aparece exactamente en el vídeo, os lo invito a ver directamente (si no lo habéis hecho ya) por aquello del efecto sorpresa.

El vídeo fue dirigido por el prestigioso tandem británico Godley & Creme, antiguos miembros en los 70 de la banda de rock adulto 10cc. Kevin Godley y Lol Creme, que a finales de los 70 formaron un dúo musical una vez se salieron de 10cc, se ganaron en los 80 reputación como directores de videoclips (con Police, Duran Duran, Frankie Goes To Hollywood) y Reed contó con sus servicios con vistas a crear un video musical impactante y lo consiguió. Lo mas curioso es que Reed, siendo absoluto protagonista del video (su careto, mas bien) no aparece físicamente un solo segundo. Su imagen, en constante primer plano en toda la filmación, fue servida por un autómata que costó una pasta gansa construir y que hace playback del tema (en realidad, no le hacía falta mover mucho los labios, ya que el verdadero Reed apenas los mueve). El “muñeco” técnicamente esta muy bien conseguido, es clavado a Lou y no había que programarle muchos movimientos dada la legendaria inexpresividad del verdadero Reed. Recuerdo ver una revista con un reportaje del making off del vídeo y de la laboriosa fabricación del robot. Pese a la censura en la MTV, el vídeo se pasó por TVE y al día siguiente fue el comentario del día en el colegio.

El significado del vídeo esta abierto a interpretaciones: ¿autoironía sobre la ya superada por entonces autodestrucción de Lou Reed? Puede ser. Eso si, un consejo: niños, no hagáis en casa lo que hace este señor (que es un robot en realidad) en el vídeo. Eso pasa por consumir tanta droga, y tal.

jueves, noviembre 29, 2007

El aparatito de Lumiere - ADIOS PEQUEÑA ADIOS (GONE BAY GONE)


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El sobradamente conocido actor y guionista Ben Affleck debuta en la dirección con muy buen pie, con este más que interesante mezcla de thriller policial y drama mas o menos existencial, exento, eso si de cualquier atisbo de pedantería. Su protagonista es pro cierto su hermano pequeño Casey, que en estos momentos tiene también en cartelera El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford: no hace tan buen trabajo como en aquella película pero demuestra que es un actor bastante completo, bastante mejor que su brother. Y dicho sea de paso, la película propiamente dicha, es una de las mejores opciones posibles de entre lo que ahora se encuentra en cartelera, en donde Ben Affleck demuestra su talento como guionista y se revela como un director muy competente.

Este filme saltó a la palestra hace unos meses cuando estando previsto su estreno en el Reino Unido dicho estreno fue pospuesto por que ciertas suyas similitudes con el célebre “Caso Madelaine” podían herir sensibilidades. Falacia total: cualquier parecido del argumento de esta película con el cada vez mas estrambótico caso mediático no es que sea mera coincidencia, es que es inexistente. En realidad, al caso parece que va más por el parecido físico de la niña de la peli con Madelaine (discutible, por cierto), así como que la historia gira en torno a secuestro de una cría de cuatro años y la pequeña actriz que da vida a la chiquilla se llama también Madelaine. Una simple coincidencia, esta última, que dio lugar a algunas descabelladas teorías por parte de los enteradillos de turno y que además parece que ha producido un efecto despistante, ya que mucha gente piensa que va a ver el típico dramón lacrimógeno telefilmero, y luego se encuentra con una cosa totalmente diferente, por fortuna. Gone Baby Gone es un filme policial atípico, centrado en la figura de un joven detective privado de Boston, Patrick Kenzie (Casey Affleck) que junto con su socia Angie (Michelle Monaghan) son contratados para buscar a una niñita desaparecida, Amanda, por parte de los tíos de la pequeña, mientras que su madre, una yonqui que se mueve en ambientes marginales, parece importarle el tema solamente lo justo. Patrick, pese a las reservas de Angie, que se irá descolgando de al investigación, se introducirá en los ambientes mas marginales de Boston poniendo a prueba sus convicciones morales (el uso de la violencia) y reencontrándose con restos enigmáticos de su pasado, al tiempo que deciden colaborar con la policía de Boston, quien parece conocer extrañas claves del caso. La película gira pues en torno a la lucha psicológica de un personaje del que muy poco sabemos, ya que el excelente guión apenas nos dice nada del detective Patrik Kenzie y cuando lo hace es en forma de inquietantes detalles que muestran, entre otras cosas, la lucha interna de Kevin contra si mismo, condicionado por sus convicciones católicas. En realidad, el caso del secuestro infantil es una excusa, un McGuffin (elemento iniciador de la trama de una historia) despistante que sirve para hacernos llegar a un drama humano y psicológico tan desasosegante como magistralmente trazado, no exento de sesudos razonamientos metafísicos (la fina línea entre el bien y el mal, principalmente).

El ritmo de la película esta muy bien conseguido y la utilización de los falshbacks no es la típica y convencional en las películas de intriga. Las relaciones entre los personajes y los discursos de cada uno se antojan fundamentales para comprender la trama en su plenitud. Están muy conseguidos los de los detectives de la policía de Boston, Remy Bressant (Ed Harris) y Nick Poole ( John Ashton), dos individuos de múltiples caras. La película es extraña y hermosamente áspera e inquietante, sin ninguna concesión a la blandura y al tópico. Tal vez la falta mas intensidad y mas concreción, a parte de lo poco explícita que es, y entonces hubiese sido una grandísima película.