lunes, febrero 04, 2008

El aparatito de Lumiere (Programa doble) - EXPIACIÓN / LA ESCAFANDRA Y LA MARIPOSA

EXPIACIÓN (ATONEMENT)

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Impecablemente modelado y cincelado dramón de factura inequívocamente británica, aunque con participación norteamericana en su producción. Basada en una conocida novela de Ian McEwan, Expiación es una película que se esfuerza por conservar el carácter metaliterario que al parecer la novela original que no he leído) tiene, y lo cierto es que tanto narrativamente como en la construcción de la historia se ha conseguido un magistral juego de diferentes puntos de vista según el personaje y de distorsiones de la narración. El resultado final es un excelente drama con tintes psicológicos muy bien planteado y que transcurre de una manera apasionada y muy interesante de seguir. Muy bien ambientada a finales de los 30 y en la II Guerra mundial, no abusa de los tópicos de los dramas ambientados en periodos bélicos y se decanta mas por una desasosegante historia de sufrimiento interior que por la historia de amor que en todo momento parece que va a adueñarse de la película pero que finalmente no lo hace. Dirige con clase y estilo el joven director británico Joe Wright, el hábil responsable de Orgullo y Prejuicio.

La película se divide en dos actos: primero el que se sucede a finales de los años 30 y en segundo lugar el que tiene lugar algunos años después en la contienda bélica. La historia gira en torno a una acaudalada familia, los Tallis cuya hija pequeña, Briony (Saoirse Ronan) es una niña de 12 años imaginativa, inteligente y con precoces habilidades literarias. Briony siente celos de su hermana mayor Cecilia (Keira Knightley), una veinteañera coqueta y despreocupada enamorada de Robbie (James McAvoy) hijo del ama de llaves de la familia, amor que también comparte con Briony. Precisamente esa rivalidad y una serie de malentendidos propios de una mentalidad preadolescente y fantasiosa llevará a Briony a deshacer el romance entre su hermana y Robbie de una forma extremadamente terrible. Ya años después, en la guerra, una Briony de 18 años (Romola Garai) vivirá infeliz su acción.

El filme es buena muestra de saber hacer en casi todos los sentidos: interpretación, fotografía, escenografía, música. Destaca un genial plano secuencia en la Francia de la II Guerra Mundial con una apocalíptica y sobrecogedora ambientación bélica. Tampoco desmerece lo cuidado de las escenas rodadas en la mansión de los Tallis. El joven reparto cumple con creces, resultando el más convincente de todos James McAvoy (Crónicas de Narnia, El Ultimo Rey de Escocia). La gran Vanessa Redgrave completa el reparto en un importante cameo. Una interesante reflexión sobre el sentimiento de culpa y sobre el poder de la invención y la fabulación ayuda a engrandecer la película. Muy recomendable.


LA ESCAFANDRA Y LA MARIPOSA (LE SCAPHANDRE ET LE PAPILLON)

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Llega por fin una de las películas más comentadas en los festivales 2007 y de la que se han escrito auténticas maravillas. Y no es para menos: Le scaphandre et le papillon es tal vez la mejor película rodada en 2007 y termina de consagrar a su director, el también pintor Julian Schnabel como un cineasta fuera de serie. El premio al mejor director en el último Cannes esta sobradamente justificado así como el premio del público en el festival de Donostia. Dos globos de oro y varias nominaciones a los oscar avalan la grandeza de este filme, una producción francesa pese a que su director es norteamericano.

Julian Schnabel puede caer mejor o peor por su egolatría y afán de protagonismo (omnipresente en todo sarao artístico y cinematográfico en los cinco continentes), pero con este su tercer filme tras Basquiat (1996) y Antes de que anochezca (1999) ha conseguido una auténtica obra maestra llena de sensibilidad y buen hacer en todos los sentidos demostrando que además de ser un artista plástico excepcional es un grandísimo director. Esta debía de ser una excelente película ya que la historia que se cuenta es algo mas que material de primera magnitud: la historia real de Jean- Dominique Bauby, el redactor jefe de la famosísima revista francesa Elle que tras una embolia quedó paralizado siendo solo capaz de mover su ojo izquierdo: Recluido aislado en un hospital de larga estancia, Bauby, que hasta entonces había sido un ser vitalista y despreocupado pero de gran corazón y una enorme cultura deberá de hacer frente a su trágica situación, atrapado en su propio cuerpo pero gracias a la persistencia de su actividad mental y su imaginación logrará evadirse pudiendo además expresar todos su profundos pensamientos , inquietudes y temores ante la nueva situación gracias al parpadeo de su ojo intacto, mediante el cual dictará el contenido de un libro que pretende escribir con todas sus desesperadas reflexiones y su biografía: La escafandra y la mariposa.

Precisamente, es dicho libro, publicado en Francia en 1997, del que Schnabel parte para contarnos esta increíble historia. El director demuestra que es un biógrafo cinematográfico de primer orden (sus anteriores películas también eran biográficas) demostrando que es capaz de ponerse en la piel del personaje del que nos cuenta su vida como ningún director hace, y esta vez de una manera mucho mas personal e intimista ya que es el propio Jean-Dominique Bauby el que nos cuenta su historia en primera persona, desde las páginas de su libro que va dictando a la trabajadora de una editorial. Lo vemos todo desde el punto de vista del lisiado Bauby y también de manera externa a el, mientras sus pensamientos, auténticos gritos vitalistas (él no puede hablar) nos ilustran su punto de vista sobre todo lo que acontece. Merecen destacarse las imágenes filmadas desde el punto de vista del ojo de Bauby, semi veladas, distorsionadas a veces, fijas muchas veces en puntos concretos. Un gran trabajo del director de fotografía Janus Kaminski, nominado al oscar. La escenografía, básicamente ambientada en un frío e inquietante hospital con diferentes matices de iluminación y una atmósfera casi onírica refuerza un carácter de semi irrealidad, casi de pesadilla, que consigue mostrarnos el sentir del protagonista. Varios falshbacks nos traen imágenes del pasado del periodista en donde encontramos claves para entender al protagonista y sus circunstancias. Insertos simbólicos y fantasiosos que en ningún momento caen en la pedantería, como las “apariciones” de la emperatriz Eugenia al protagonista, y algunos prodigios metafóricos como al visita a un Lourdes psicotrónico y almodovariano engrandecen el resultado final del filme.

Lo que mas sorprende y entusiasma de la película es sin duda la habilidad con la que se plasmas los sentimientos y el universo poético que en su dictada autobiografía Jean-Dominique expresa. Un prodigio de narración y de expresión cinematográfica que juega con todos los niveles imaginables: el irreal, el onírico, el realista, el de la realidad alternativa, el del monólogo interno. La interpretación de Mathieu Almaric es formidable, y el resto de intérpretes, entre los que se encuentran Emanuelle Seigner, Max Von Sydow y la donostiarra Olatz Lopez Garmendia, mujer de Schnabel, no se quedan atrás. Pura delicatessen.

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