lunes, marzo 09, 2009

El aparatito de Lumiere - WATCHMEN


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20 años se ha tardado en llevar al cine una de las mejores novelas gráficas de todos los tiempos, la creada en 1986 por el guionista Alan Moore y el dibujante David Gibbons. Este cómic, desde su enorme éxito de crítica a finales de los 80 ha sido objeto de innumerables proyecto para llevarlo a la pantalla, todos ellos pero uno u otro motivo finalmente frustrados, hasta que al fin Zack Zynder, responsable de otra esforzada adaptación de un cómic de culto, 300 (2006) ha roto el maleficio y ha conseguido además una adaptación muy digna de una historieta tan magistral y excepcional como es Watchmen. Los fans del cómic original han de estar de enhorabuena además por que la fidelidad a la fuente original es muy grande, aunque algunas pequeñas tramas se eliminen o algunos personajes pierdan peso específico. El único cambio más o menos importante es el referente al final de la historia, pero es una licencia comprensible para no convertir en farragosa una historia de por si bastante densa.


Por que es que Watchmen es un cómic bastante difícil de adaptar por su intrincada narración y porque la novela gráfica original - bastante revolucionaria en su tiempo- incluía bastantes recursos ajenos al noveno arte como falsos artículos periodísticos, narraciones, cómics dentro del cómic y otros tramapantojos para ayudar a comprender la alucinante historia. Es cierto que la película se ha visto obligada a prescindir de todo ese diverso metaliterario que iba periférico con el cómic, pero el resultado final confirma que pese a lo que muchos fans de cómic alegaban, Watchmen es una novela gráfica perfectamente adaptable en imágenes. Quizá no lo fuese hace 15-20 años, pero en 2009 si. Es una pena que la indigencia de cara al público con la que ha vivido el cómic en los últimos años convierta a una obra como Watchmen en una perfecta desconocida para casi todo el público, por lo que esta versión cinematográfica esperemos que aumente su popularidad. La novela de Moore y Gibbons supuso la primara revisión adulta y desmitificadora del género de los superhéroes en el mundo del cómic, en donde héroes enmascarados y en leotardos creados para vivien literalmente superados y derrotados por innumerables problemas, tanto personales como sociales, en un relato en donde se hacia una disertación del bien y el mal y el orígen y posible solución todos los males del siglo XX, en plena época de la guerra fría y del pánico nuclear. Moore situó a un grupo de superhéroes en unos EEUU reales pero en donde algo había cambiado en el curso de la historia; algo así como una realidad alternativa en un 1985 que histórica, política y científicamente era algo diferente al que en realidad se vivió. No obstante, el crimen, la guerra y al inseguridad mundial, eso sí, seguían campando a sus anchas. En realidad, pocas cosas han cambiado hoy.


En esa realidad histórica alternativa que Alan Moore inventó en los 80 y que la película fielmente recoge, en los años 40 un grupo de aventureros y ex policías se vistieron de mallas y capas para luchar contra el crimen bajo identidades secretas, naciendo los primeros superhéroes “reales”, los Minutemen. En fin, que al segunda mitad del siglo XX en USA estivo marcada, según la historia, por la heroica caución de los superhéroes (sin superpoderes) contra el crimen y la delincuencia, ya que a los viejos Minutemen, en los 70 les sucedieron los Watchmen (los vigilantes), declarados ilegales a finales de esa década y que al comienzo de la película, enmarcada en 1985, se encuentran haciendo vidas normales bajo sus verdaderas personalidades. El misterioso asesinato de uno de ellos les llevará a volver a unir sus destinos casi 10 años después de su disolución, en medio de un inminente ataque de URSS a EEUU. Ninguno de los Watchmen tiene en realidad mucho de heróico: Dan Dreiberg/Buho Nocturno (interpretado por Patrick Wilson), convertido en un apacible cuarentón gafoso tras la disolución por ley de los superhéroes y lleno de dudas y miedos woodyallenescos; Adrian Veidt/Ozymandias (Matthew Goode), considerado el hombre más lsito del mundo y reciclado después en un sibarita y multimillonario hombre de negocios de ambiciones megalómanas; Edward Blake/El Comediante (Jeffey Dean Morgan) maduro justiciero, único superviviente de los Minutemen, psicópata y con impulsos asesinos y de clara tendencia fascista y racista que termina trabajando como sádico mercenario para el gobierno EEUU; Espectro de Seda/Laurie Júpiter (Malin Akerman), la única mujer Watchmen, una joven decidida y aguerrida pero carcomida por una infancia y adolescencia difícil en parte por la relación con su madre (Carla Gunigno), antigua Minutemen de la que heredó el nombre y que ahora es una madura alcohólica y desesperada con oscuros secretos; Rorschach/ Waler Kovacs (Jackie Earle Haley), el personaje más complejo y fascinante, un misántropo que tras la ilegalidad de los watchmen se niega a dejar su cruzada y opera casi al margen de la ley utilizando la ultraviolencia y ejecutando a los delincuentes, todo ello sin más afán que el de vengarse de una sociedad enferma y sin solución que el convirtió en un ser destruido y una especie de muerto en vida que oculta su rostro tras una máscara que reproduce las manchas del test de Rorschach las cuales cambian continuamente. Y finalmente el único vigilante con superpoderes; Jon Osterman/Dr. Manhattan, (Billy Cudrup) un ser azul con poderes casi divinos, el hombre que cambió la historia de EEUU ayudando a ganar la guerra de Vietnam y por ende la credibilidad de Richard Nixon, quien a su vez cambió las leyes de reelección y en este 1985 va por su enésimo mandato. Pero el Dr. Manhattan ya no es humano, es un semidios que esta por encima del bien y del mal y que solo puede sentir nada más que una compasión infinita por una raza humana de la que ya no se siente vinculado.


La fidelidad al cómic original es tal que se ha reproducido casi viñeta a viñeta y los diálogos son prácticamente los mismos. Se es totalmente fiel a la estética ochentera e incluso la fotografía trata de emular a la atmósfera de las películas y seriales de televisión de aquella época, combinada con cierto poso pictórico directamente inspirado en al estética de la historieta en cuestión. Momentos simbolistas y de gran belleza plástaca de al novela gráfica aparecen con más o menos éxito en el celuloide ye so es siempre de agradecer. En fin que se ha hecho una gran adaptación de una obra maestra del cómic derrochando voluntad, buenos efectos especiales, no adulterando un guión apasionante y lleno de referencias culturales y filosóficas y sustentándose en el fenomenal trabajo de un grupo de actores no muy conocido pero que están todos primera, aunque se he eche en falta algo de más pasión en algunos personajes (algo que no ocurre por fortuna en Rorschach, con una alucinante interpretación de Jackie Earle Haley). Por cierto, que nadie se piense que esta es una película de superhéroes, pues no lo es, aunque el marketing lo presente como otra cosa. Es un drama con elementos de acción y de política-ficción que, dicho sea de paso, no resulta en nada apto para el público infantil por su intenso mensaje y por el crudo sadismo de sus escenas de violencia, mostradas sin cortapisas, a parte de no pocas escenas eróticas. El discurso ético, filosófico, antropológico y sociológico de la novela gráfica se mantiene y eso es lo importante para ser fiel en la pantalla a un cómic como Watchmen .