lunes, marzo 30, 2009

El aparatito de Lumiere - THE VISITOR


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Fuera de Hollywood, el cine norteamericano ofrece películas tan estimulantes e interesantes como esta, una pequeña producción independiente estrenada con cierto retraso (ha sido rodada en 2007), y que se centra en el tema de la situación de inmigrantes ilegales en la ciudad de Nueva York. El director, Tom McCarthy, ya convenció a la crítica con su filme anterior, su opera prima The station agent (2003), y se estableció como uno de los directores independientes con mayor proyección. En este su segundo largometraje, no abandona el estilo realista y proclive a mostrar los lados más oscuros del sueño americano y realiza una película lineal y concisa, con escasos personajes y cuya intención es remover la conciencia del espectador y hacer una crítica a contradicciones del sistema de la sociedad actual, concretamente en el tema de la inmigración de ciudadanos del tercer mundo a occidente y todo lo que esto acarrea.


La película esta sustentada en un personaje, el del profesor Walter Vale que interpreta magistralmente un veterano actor secundario y televisivo, casi desconocido para el gran público, Richard Jenkis. Con esta desgarrada interpretación, Jenkis consiguió este año la nominación al Oscar a mejor actor. Walter Vale es un sesentón profesor universitario en la Universidad de Conneticut, recientemente viudo, apático y desilusionado, que temporalmente reside en Nueva York. Al regresar a su apartamento neoyorquino se encuentra que este ha sido ocupado por dos jóvenes inmigrantes, un sirio, Tarek (Haaz Sleiman) y una senegalesa, Zainab (Danai Gurira). Al no encontrarse estos a donde ir, accede que se queden unos días con el, tiempo en el que mientras trata de poner orden a su caótico mundo interior-exterior (del que no se explica nada salvo lo que se puede intuir por la melancólica actitud de Walter ante la vida), descubre los deseos y aspiraciones de estos jóvenes, tan perdidos como el pero con una actitud mucho más optimista. Un drama inusual que con parquedad narrativa consigue hacer una película emotiva y muy creíble que pone en solfa a no pocos estamentos. Más allá de un mensaje falsamente esperanzador, la película muestra al realidad tal y como es, aunque también nos muestra la redención de su protagonista, un ser frustrado que encuentra no pocos puntos en común con gente con la que en un principio no se siente para nada relacionado. Una película que sin ser nada del otro mundo, merece la pena ser vista.