viernes, enero 01, 2010

LLEGA LA NUEVA DÉCADA

DIOS MIO, YA ESTAMOS EN UNA NUEVA DÉCADA!

¿CUAL SERÁ LA MODA IMPERANTE? ¿QUE NUEVOS AVANCES NOS DEPARARÁ LA CIENCIA?¿COMO SE RECORDARÁ LA POLÍTICA INTERNACIONAL ? ¿LA SEGUIREMOS CAGANDO CON EL CAMBIO CLIMÁTICO¿ ¿LA CRISIS SACABARÁ CON NOSOTROS? ¿TOCARÁ EN ESTA DÉCADA TENER NOSTALGIA DE LOS 90?


DE MOMENTO, DISFRUTEMOS DE ESTE PRIMER AÑO DEL NUEVO DECENIO, AUNQUE LA COSA ESTE CHUNGILLA

FELIZ 2010!!!!

jueves, diciembre 31, 2009

THE GREAT VIDEOCLIP LIBRARY (13). GORILLAZ: CLINT EASTWOOD (2001). CAPÍTULO 1 DEL GRUPO QUE NO EXISTE

La cosa se empezó a fraguar a finales de los 90 y cristalizó en el año 2000: ¿tenía cabida en el panorama musical de principios de los 2000 un proyecto de “grupo pop virtual de dibujos animados”, similar al de los Archies (estos ya preexistentes en forma de cómic y de animación) a finales de los 60? En la era de internet y la comunicación global multimedia no solo era posible, si no que la situación lo estaba pidiendo a gritos y además el filón que encontraría un proyecto semejante era inagotable.

El caso es que en 1998 el líder y vocalista de Blur, Damon Albarn, y su compañero de piso el influyente dibujante de cómics Jamie Hewlett decidieron parir un grupo de Hip-Pop de dibujos animados que tuviese vida virtual propia en internet en forma de una especie de serial animado, además de grabar canciones. Albarn- en los ratos muertos que Blur le dejaba- y Hewlett idearon a los cuatro bizarros miembros del grupo cartoon, escribieron temas e involucraron en la parte musical del proyecto en sus comienzos al hip-hopero y productor californiano Del tha Funkee Homosapien y al productor japones-americano Dan the Automator. Tras un primer EP en el año 2000, una página web y la difusión de la historia del cuarteto, en 2001 Gorillaz debuta con LP epónimo y se convierte en algo más que el proyecto paralelo de Damon Albarn. Brit Rock, Hip Hop, Dub y sonidos clubers, todo ello tamizado por la electrónica, arroparon un original proyecto tanto en lo musical como en lo conceptual, en donde, como era de esperar en un artefacto multimedia de estas características, el videoclip tenía un papel fundamental ya que cada single (de este LP y de los siguientes del proyecto) tenía su películita de dibujos con las impagables creaciones gráficas de Jamie Hewlett, cuyo estilo refleja a la perfección el espíritu del cómic y el diseño gráfico de los 2000, entre industrial, infográfico, deudor del manga nipón y sobre todo, muy pop. Cabe decir que desde su aparición hasta la actualidad - se espera nuevo disco de Gorillaz para 2010, que haría el tercero tras Damon Days (2005)- tanto la discográfica como sus creadores tratan a Gorillaz como si de una banda real se tratase (con infinidad de “complementos” multimedia a su alrededor y acontecimientos e historias “reales” en su virtual trayectoria), eso si, bastante disparatada y descacharrante.

Este videoclip corresponde a la tarjeta de presentación de la banda “en movimiento”, su primer videoclip Clint Eastwood. Aquí conocemos al cantante y teclista desdentado 2D (con la voz del propio Albarn), el baterista americano víctima de innumerables posesiones malignas Russell Hobbs, el cafre y broncas bajista Murdoc Niccals, y la japonesita de 10 años Noodle, precoz guitarrista y cantante ocasional. En la parte musical del proyecto a parte de Albarn y los productores mencionados intervienen otros músicos anónimos y ocasioanlemente figuras establecidas tan dispares como Tina Weymourth (Talking Heads, Tom Tom Club) o el cubano Ibrahim Ferrer, más actores o actrices como Haruka Koroda (como Noodle) en las entrevistas promocionales de rigor. Este primer video del “grupo”, dirigido por Hewlett y Pete Handeland, muestra el curioso humor del proyecto en una historieta con fantasmas raperos y gorilas zombies incluidos, cómicamente deliciosa. A destacar el encantador personaje de Noodle. Un vídeo de los que marcan época.

lunes, diciembre 28, 2009

El aparatito de Lumiere - DONDE VIVEN LOS MOSTRUOS (WHERE THE WILD THINGS ARE)



**** y1/2


Es una buena noticia que en fechas navideñas, dominadas cinematográficamente por la oferta infantil, se puedan ver películas como esta, el último trabajo del siempre sorprendente director norteamericano Spike Jonze (Como ser John Malkovich, Adaptation), una adaptación más o menos libre del libro infantil Donde viven los monstruos (1963), de Maurice Sendak. Efectivamente, se trata de un filme dirigido a los niños, pero perfectamente degustable por los adultos, quienes pueden captar mejor el mensaje de la película y emocionarse más intensamente con la peculiar belleza de esta encantadora película. No es que sea un filme poco comprensible para los críos, ya que todo lo que se cuenta esta perfectamente adaptado a su mentalidad, pero el mensaje esta más dirigido a los mayores, quienes de ese modo comprenderán mejor las ieas y la mentalidad infantiles y recordarán aquella época en la que ellos también fueron niños.


El libro en que se basa esta película era más una obra de ilustraciones con muy pococtexto (apenas diez frases) que se ha convertido en un clásico de la literatura infantil en inglés. En esta adaptación -en donde el propio autor del libro ejerce labores de productor junto con el inefable Tom Hanks- se ha “agrandado” la historia y sin tratar de perder un ápice de su espíritu, Spike Jonze y el coguionista Dave Eggers ofrecen una obra original que constituye un gran filme por derecho propio, mas allá de ser una rutinaria traslación a la pantalla de un cuento infantil. Por que eso es lo que se nos narra, un cuento sencillo, sorprendente y hermoso con pinceladas de crueldad inocente y de melancolía. Un niño llamado Max (Max Records), aquejado de bastantes problemas infantiles que podríamos catalogar de cierta gravedad para su edad (ausencia de figura paterna, deseo de más comunicación con su madre, sensación de marginación) y en definitiva, con deseo de mayor afecto, accede desde la mas cruda realidad de la vida real a una fabulosa isla habitada por siete enormes y monstruosas criaturas peludas de razonamientos y comportamiento aparentemente humanos con cierto tono infantil. Los monstruos nombran a Max su soberano y el accede a ayudar a reconstruir sus hogares, destruidos por ellos mismos, y a colaborar en la recuperación de su perdida felicidad. mientras disfruta participando de las un tanto brutas y desmedidas ganas de divertirse de las criaturas. El cruce y el juego de sentimientos entre Max y los monstruos es la espina dorsal del desarrollo de la película, enmarcada en un entorno idílico en donde la búsqueda de la felicidad y del amor es lo fundamental, tal y como es el deseo principal de los niños. Es pues una parábola sobre los deseos y sentimientos de la infancia, sobre las frustraciones de los niños y todo lo que se interpone en su camino y les impide se felices. Una bella fotografía arropa una minimalista (pero profunda al mismo tiempo) historia en donde cada diálogo, cada escena tienen su miga. La atmósfera de cuento, los juegos de fabulosos escenarios y una magnífica puesta en escena convierten a la película en un admirable espectáculo visual en donde las encantadoras criaturas se adueñan del corazón del espectador. La música del gran Carter Burwell (colaborador habitual de los hermanos Coen) y Karen O ayuda a magnificar el que ya es el film de estas navidades. Una película que merece la pena ver.


domingo, diciembre 27, 2009

MIS RETALES FOTOGRAFICOS (VII)

Las sombras en Toledo son blancas (2009)


Quimera en la urbe (2008)


La marca de la nereida (2009)


Se erige un faro (2008)