lunes, mayo 24, 2010

El apratito de Lumiere - TWO LOVERS


*** y 1/2


Estrenada con escaso bombo y no excesivamente publicitada, pese a contar en su plantel con estrellas del momento como Joaquin Phoenix y Gwyneth Paltrow, Two Lovers, elegante y más que sugerente drama intimista narrado con clase e inteligencia y filmado sin ningún tipo de concesión a la galería melancólica, es una de las más agradables sorpresas de los últimos meses en lo que a películas se refiere. No se trata de la típica película romántica de turno ni tampoco esta concebida para el lucimiento de sus protagonistas, sino que es una emotiva y sencilla historia sobre la necesidad de todo ser humano de amar y ser amado. A través de su protagonista, Leonard (Joaquin Phoenix), un joven frágil y al borde del abismo emocional, se hace un interesante examen de la consistencia de los sentimientos en entornos personales verdaderamente adversos. Leonard, un neoyorquino treintañero con trastorno bipolar y oscuros antecedentes sentimentales, se debate en medio de una situación de sufrimiento (a penas explicada en la película) elegir entre dos amores: Sandra (Vinessa Shaw), la hija de unos amigos de la familia enamorada de el y conmovida por las desgracias del muchacho, y Michelle (Gwyneth Paltrow) una enigmática pero encantadora nueva vecina que cuenta también con una frágil situación personal y atesora además dudas y angustias muy parecidas a las de Leonard. Una situación verdaderamente embarazosa para un ser con tantas carencias como Leonard.


La película huye de sentimentalismos, moralina y de cualquier tipo de efectismo melodramático y apuesta por el realismo y por la introspección de los personajes. Phoenix realiza una gran interpretación y se adueña literalmente de la película. James Gray, el lúcido responsable de Los amos de la noche esta ganando enteros como director y todo apunto que este realizador de 41 años y con cuatro largometrajes en su haber puede llegar a ser un gran cineasta. Interiores, apartamentos, calles oscuras, atardeceres, noches, patios interiores, luces tenues, todo escenario y atmósfera está perfectamente presentado más allá de la simple localización. Una película hecha con el corazón y con la cabeza y que demuestra como es posible conjugar sencillez y matización, parquedad expresiva y emoción contenida, e inteligencia y sentimientos. Un canto al amor hecho con exquisitez de orfebre y con sólidos argumentos narrativos y cinematográficos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario