viernes, enero 27, 2012

Mis 50 discos que te cagas (42): THE SMITHS – THE QUEEN IS DEAD (1986)


Aunque The Smiths más que un grupo de LPs era un grupo de canciones y singles toda su discografía merece ser reseñada en los anales de la música popular con letras de oro. Y de sus cuatro discos de estudio, The Queen is Dead es el más grande e inspirado, una pequeña obra maestra que demostró que eso del rock alternativo que acababa de surgir con todas las de la ley a mediados de los 80 era algo que merecía ser más que tomado en cuenta por que, básicamente, estaba dinamizando el rock mucho más que los solistas y  grupos mainstream. La banda que dirigían Steven Patrick Morrissey  (conocido artísticamente solo por su apellido) y Johnny Marr con Mike Joyce y Andy Rourke como talentudos comparsas se había convertido ya en la punta de lanza del pop rock alternativo británico, un estilo (o mejor dicho, una actitud ante el negocio)  que se postuló en las segunda mitad de los 80 como la continuación natural del College Rock independiente de la primera mitad de esa década y que en las postrimerías de los 80 llenó el panorama musical de autenticidad, una visión más artística que comercial y una actitud alternativa y diferente ante la industria, todo basado en el arduo trabajo de las compañías independientes y que es algo que seguirá perdurando hasta hoy día en multitud de artistas y sellos discográficos. Estos cuatro chicos de Manchester no duraron mucho (1983-1987) pero legaron un buen puñado de grandes e irrepetibles canciones muchas de ellas editadas en singles no incluidos en LPs (aunque si en recopilatorios y discos de rarezas que iban editando) y momentos de auténtico éxtasis musical por su exquisitez compositiva y su enorme talento en el estudio y en el escenario. Y The Queen is Dead, su tercer disco de estudio, es tal vez la mejor muestra de lo grandes que llegaron a ser The Smiths ,ya que es un disco que no ha dejado de influir a diferentes grupos alternativos de distintas épocas     

Cuando el álbum se publicó el cuarteto tenía serios problemas con su discográfica, Rough Trade, una pequeña compañía surgida a partir de una tienda de discos, y pese a completar la grabación del álbum a finales de 1985 no apareció en las tiendas hasta junio de 1986. El cantante, letrista y frontman Morrissey, ególatra y listillo pero carismático y con cierto encanto de locuaz alborotador vocacional con sus declaraciones polémicas sobre la Familia Real inglesa y su defensa a ultranza del vegetarianismo e incluso del celibato (y ya de paso, haciendo guiños a  una aún no socialmente aceptada en aquel tiempo homosexualidad y hasta a la pederastia), tenía un carácter demasiado fuerte para llevarse bien con los ejecutivos de las compañías de discos y con managers (de hecho el grupo nunca tuvo representante) y eso le dio pista libre a él y al genial guitarrista y maravilloso compositor de las melodías Johnny Marr para dirigir con insólita libertad las riendas del grupo, que ya en 1986 estaba muy quemado debido a su frenético ritmo de trabajo. The Queen is Dead fue producido por los dos líderes de la banda con la ayuda del ingeniero Stephen Street con un resultado final inmejorable. En los diez cortes del álbum se resumen todos enormes argumentos musicales del grupo: pop rock electroacústico de exuberante textura, melodías marcadas e inspiradas, ecléctica inspiración en ritmos como el rockabilly, la new wave, el postpunk o el pop acústico, letras entre irónicas, paródicas, críticas, poéticas y costumbristas con un poso culto, la voz imprevisible y con personalidad de Morrissey y los preciosos juegos guitarrísticos melódicos (acústicos y eléctricos) de Johnny Marr, uno de los guitarristas con mejor gusto de la historia del rock. El disco comienza con un tema tan rápido y enérgico como el que da título al LP y que no se corresponde con el tono más plácido del mismo, pero es una buena entrada para preparar al oyente para un viaje musical de primera categoría. Y así nos encontramos con maravillas como The Boy With the Thorn in His Side el primer single del álbum, precioso pop electro-acústico de arrebatadora melodía, espectaculares juegos de dibujo de guitarra y arreglos de cuerda además de una original interpretación vocal de Morrissey; y Cemetry Gates, maravilla semi acústica cuyo legado se podrá encontrar en creaciones posteriores de REM, Del Amitri, The Rembrandts o Texas (encantadora letra con “Keats y Yates están a tu lado / mientras Wilde está en el mío”). El marasmo continúa con Bigmouth Strikes Again (casi una autoconfesión de Morrissey), single estrella del LP que demostró como se podía hacer rock de guitarras desde un planteamiento cuasi pop algo bizarro pero sumamente sugerente: un tema de bandera.         

I Know it´s Over, medio tiempo con reminiscencias blues, es otro hito vocal de Morrissey con su peculiar voz arropada por una instrumentación efectiva: el grupo en una de sus mejores vertientes, la emocional, sensible y afectada aunque todo visto con el desden marca de la casa. Frankly Mr. Shankly muestra otra de las caras genuinas de The Smiths, la irónica con esta carta de dimisión de un trabajador ante su jefe que era en realidad un ataque encubierto al director de Rough Trade con una esclarecedora línea final (“danos dinero”) en medio de un pop cabaretero genuinamente british. Ya terminando el álbum, There Is a Light That Never Goes Out, uno de los temas más celebres de The Smiths lleva al oyente al séptimo cielo emocional-musical con un pop rock Indie de enorme gusto e inspirado estribillo y majestuosos arreglos de cuerda que sigue entusiasmando al personal año tras año hasta el punto de haberse convertido ya en todo un clásico atemporal. Cerrando, Some Girls are Bigger Than Others, uno de los temas más rítmicos de TQID enaltecido por los hermosos y sincopados punteos guitarrísticos de Marr que además crearon escuela en el rock alternativo y no tan alternativo de los años siguientes: realmente Johnny Marr era un fuera de serie, lástima que después del grupo se prodigase tan poco. Pocos discos resultan tan deliciosos como The Queen is Dead  y es que pocos grupos hubo como The Smiths, capaces de crear todo un mundo de perfectos sonidos y canciones sin fisuras paridas por dos luminarias como Morrissey y Johnny Marr y sin apenas videoclips y zarandajas promocionales a parte de las salidas de tono de Morrissey y las vistosas portadas de LPs y singles con fotos de iconos reales de la cultura pop británica y americana. En 1987 con la publicación de Strangeways, Here We Come  el cuarteto cerró la persiana y atrás quedaron varios años de fuertes emociones musicales, de las más intensas de la década de los 80 y probablemente de la historia del rock. Cualquier disco de The Smiths resulta maravilloso, pero The Queen is Dead es sencillamente una obra de arte, la obra maestra de un grupo irrepetible.

FICHA TÉCNICA

Géneros: Pop Rock Alternativo
Publicación: junio 1986
Sello original: Rough Trade
Producción: Morrissey y Johnny Marr
Duración: 37:07
Músicos:
Morrissey: voz, voces (acreditado como Ann Coates)
Johnny Marr: guitarras, harmonium,  instrumentos de cuerda sintetizados, arreglos de cuerda y flauta
Andy Rourke: bajo
Mike Joyce: batería

Track listing

1- The Queen is Dead
2- Frankly Mr. Shankly
3- I Know It´s Over
4- Never Had No One Ever
5- Cemetry Gates
6- The Boy with the Thorn in His Side
7- Bigmouth Strikes Again
8- Vicar in a Tutu
9- There is a Light That Never Goes Out
10- Some Girls are Bigger Than Others

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