sábado, junio 02, 2012

El apartito Lumiere MIEL DE NARANJAS



 
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Empieza a ser un poco cansino que una gran parte de las películas españolas con ambiciones recurran obsesivamente al tema de la Guerra Civil española y la postguerra. Se ha hablado mucho de esta sobre explotación temática y lo cierto es que a pesar de que dicho marco histórico español siga siendo  todo un filón dramático, parece que se ha asociando incorrectamente la idea de que si se quiere contar una gran historia española con un trasfondo histórico y realista este es el principal y si no el único tema y eso no es cierto, aunque desde luego que es oportuno el hacer de vez en cuando el retrato de una época funesta que muchos últimamente tratan de dulcificar   Y Miel de Naranjas, por su parte, el último filme del veterano Imanol Uribe pese a estar ambientada ya a principios de los 50 y por lo tanto discutiblemente en la postguerra propiamente dicha, vuelve con temas muy vistos en el cine ibérico de los últimos 15 años: la represión militar franquista en su apogeo, células de resistencia, dramas humanos de enfrentamiento y contradicción entre bandos, la miseria moral del régimen, jóvenes héroes en un entorno hostil, etc. No obstante, sería injusto negar a esta película virtudes incontestables y que la revisten de interés, como es un oportuno enfoque de thriller que vence sobre el drama o el romance -que siempre corren el peligro de resultar algo impostados en estas historias- y la huida de cualquier intento de hacer una historia grandilocuente y malamente épica a favor de un planteamiento sencillo y creíble que además refuerza la emotividad de la película. Pero Miel de Naranjas no resulta un trabajo cien por cien efectivo y a la postre es un filme irregular estropeado por un guión un tanto vago y una resolución dramática mejorable. No hay nada que reprochar a una correcta ambientación histórica y un trabajo de reparto esforzado aunque desigual, pero a la película le falta alma y convicción pese a los esfuerzos de un buen narrador como es Imanol Uribe. 

La historia nos cuenta la lucha de Enrique (Iban Gárate, un trabajo interesante el del actor guipuzcoano), un aspirante a maestro que realiza el servicio militar como ordenanza y secretario de un teniente coronel y juez militar llamado Don Eladio (Karra Elejalde) tío de su novia Carmen (Blanca Suarez), siendo testigo de dramáticos juicios a militantes y propagandistas comunistas y anti régimen que terminan casi siempre fusilados ante la aterrorizada mirada del joven. Apesadumbrado por el hecho de que su familia estuvo en el bando de los perdedores de la guerra y sufriente en silencio de todas las consecuencias de esto, Enrique decide unirse a un grupo de resistencia izquierdista contra el régimen franquista, situación que dará un impulso importante a su percepción de la vida. La historia, que cobra interés a mitad del metraje tras un inicio soporífero, no logra solidificarse en ningún momento pese a buenos recursos dramáticos y giros de guión además de la presencia de personajes que no aportan demasiado a la esencia del relato. Con todo, hay momentos muy bien conseguidos como la trágica escena que protagonizan Carlos Santos y Eduard Fernández que viene a ilustrar la sinrazón de una época espeluznante, así como el personaje del juez teniente coronel que interpreta con convicción Karra Elejalde es también ilustrativo del drama ético y moral de muchos de los asesinos oficiales del franquismo. Interesante y emocionante a veces, pero desmañada e irregular en su mayor parte, Miel de Naranjas es otro quiero y no puedo del cine español (más preocupante si cabe al tratarse del trabajo de un director de demostrada solvencia) y por desgracia no será el último.     

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