miércoles, julio 25, 2012

El Aparatito Lumiere DARK KNIGHT RISES



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Tercera entrega de la nueva saga cinematográfica de Batman dirigida por Cristopher Nolan, que se inició en 2005 con Batman Begins y que suponía un reboot revisionista con respecto  al personaje de cómic y también con respecto a la anterior saga basada en las aventuras del Hombre Murciélago creado por Bob Kane, la de Tim Burton-Joel Schumacher. Nada nuevo bajo el sol, una vez más una película de acción interesante, con cierto componente psicológico y filosófico (aunque en esta película bastante aminorado) y momentos espectaculares al máximo dirigida con esmero por un director voluntarioso, pero bastante inferior a las entregas anteriores: una película terriblemente torpe en su desarrollo y en dotar de consistencia a un guión bastante tópico y oportunista (la típica paranoia terrorista post 11 M a tope) que para colmo se alarga hasta la extenuación en una película extensa (casi tres horas) donde sobran bastantes minutos inservibles y en donde falta ese elemento realmente épico e inteligente que reinaba en la anterior The Dark Knight (2008), el mejor filme sobre Batman de cualquier época.

Un nuevo Batman decepcionante si se atienden a las altas expectativas que otorgó de manera fundada la anterior entrega. Resulta ya cansino el Batman/Bruce Wayne humanizado que interpreta Cristian Bale en cuanto que se vuelve a la carga con las tribulaciones y circunstancias éticas y morales del personaje en las anteriores películas, sin ofrecer ninguna novedad y esta vez de manera torpe y desmañada. Dark Knight Rises además pretende apostar por el espectáculo, la acción y el cine de catástrofes puro y duro en detrimento de aquel tono entre épico, inquietante y desmitificador de los otros dos filmes, y en ese sentido los efectos especiales- la verdad que espectaculares- se adueñan demasiado del metraje irrumpiendo muchas veces como puro espectáculo pirotécnico. Es además notable el mensaje de anti terrorismo global deformado hasta la más absoluta paranoia con el personaje del nuevo villano principal de la saga, el enmascarado Bane (Tom Hardy), que promete bastante en los compases iniciales del filme pero que al final decepciona totalmente. El mal a gran escala, la amenaza terrorista y la búsqueda de los medios ideales para hacerlos frente es lo que motiva esta vez al justiciero de Gotham City a embarcarse de nuevo en su cruzada contra el mal tras años de retiro tal, y como nos lo cuenta el filme. Pero el cierto tono de demagogia pro sistema, bastante ambiguo, por cierto, frente a aquellos que tratan de subvertirlo, hace caer a la película en una especie de libelo de no demasiado claras intenciones que por conseguir no consigue dar a la película la fuerza épica necesaria en un filme que como sus predecesores, vuelve a pecar de enormemente pretencioso. Solo el tercio  final resulta, aunque de manera algo irregular, mayormente emocionante, el resto de la película resulta repetitiva y algo tediosa.  

Repiten actores vistos en la saga como un sobrevio Michael Caine (Alfred, el mayordomo y amigo de Wayne), Gary Oldman (Comisario Gordon), Morgan Freeman (Lucious Fox) y Cillian Murphy (Dr. Crane), más un cameo sorpresa, y se incorporan Marion Cotillard como una influyente millonaria, Anne Hathaway como una Catwoman de juzgado de guardia y Joseph Gordon - Levitt como el bravo agente Blake, además del mencionado Tom Hardy. De nuevo elementos ya vistos en la saga: giros de guión que esta vez bastante chapuceros y una ambigüedad moral en muchos de los personajes conseguida ahora de manera bastante vaga. No se sabe a ciencia cierta si la saga continuará pero no hay muy buenas vibraciones, el Caballero Oscuro languidece.

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