miércoles, febrero 22, 2012

El aparatito Lumiere WAR HORSE, CABALLO DE BATALLA


 
 
*** y 1/2

Steven Sìelberg no ha tardado mucho en ofrecer una nueva película tras Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio, aunque si aquello fue un experimento en el campo de la animación en esta ocasión vuelve con una película de imagen real ya con  todas las de la ley cuatro años después de Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal. El material de partida es una novela de Michael Morpurgo sobre la historia más o menos épica de un caballo inglés en la I Guerra Mundial y su amistad con su joven propietario Albert, un granjero de Devonshire. Y el resultado es una película de muy agradable visión, filmada con gusto y con una soberbia puesta en escena como corresponde a un director con las tablas y recorrido de Spielberg, pero que sin embargo tiene como principal pega estar sustentada en una historia muy minimalista y previsible y a veces un tanto sensiblera, aunque al final las emociones en esta película se manejan magistralmente su nada desdeñable aliento épico consiguen convertir lo que podía ser una nueva cagada del director como en Always, Hook o Amistad (y a otro nivel en Jurassic Park) en un sólido melodrama con insertos de cine bélico y de aventuras aunque por desgracia no exento de altibajos a causa de un arranque tardío y ciertas concesiones a la vertiente más populista y comercial del director.

Se nota una barbaridad que Spielberg ha disfrutado dando forma a esta superproducción rodada con tino en escenarios de Ingalterra con un eficaz reparto internacional sin estrellas de relumbrón, con multitud de extras y con más de 100 caballos reales que protagonizan espectaculares escenas bélicas que son de lo mejorcito del filme. La verdad es que debe resultar difícil no, dificilísimo rodar escenas de ese tipo. Jeremy Irvine, joven actor británico debutante incorpora con cierta sultura pero escasa expresividad  Albert, el muchacho propietario de “Joey” su “caballo  milagroso”  quien en la típica historia iniciática del paso de la adolescencia en la edad adulta encontrará en Joey un fiel aliado al mismo tiempo que el estallido de la Gran Guerra también influirá lo suyo ene se proceso, como es de suponer. La difícil relación del chico con su padre (Perer Mullan), dispuesto a deshacerse del cuadrúpedo para poder pagar las deudas de su granja ante el acoso de un desagradable terrateniente (David Thewlis) marca también el destino de Joey, víctima inocente de la precaria situación de la familia y de la codicio de los humanos, convirtiéndose en un “caballo soldado” cuando es vendido al ejército británico una vez estallada la guerra. Así, en Francia el caballo será propiedad primero de los ingleses, después de los alemanes, más tarde de un granjero francés y su nieta, luego de los austriacos  y de nuevo otra vez se encontrará “sirviendo” a Su Graciosa Majestad. Una epopeya muy bien contada pese a que en la primera hora la película da preocupantes síntomas de ser un melodrama sensiblero y fallido, pero en el momento en el cual entra en escena la guerra el filme retoma el vuelo y consigue ser algo más que convincente. Buena música del viejo John Williams, espléndida escenografía (las escenas de batalla son de lo mejorcito en un filme que pese a todo no resulta muy familiar) e interpretaciones correctas como puntos fuertes. Como aspectos flojos, una fotografía un tanto engolada y  manierista que además da la sensación de que se ha abusado de la luz y los focos una exageración, además de un guión muy irregular y un tanto infantil. Pero en definitiva, una película muy agradable.    

domingo, febrero 19, 2012

Mis 50 discos que te cagas (44): U2 – THE JOSHUA TREE (1987)


 

En marzo de 2012 se cumplirán 25 años de la publicación de The Joshua Tree, uno de los discos más grandes e influyentes de todos los tiempos. Parece que fue ayer. U2 consiguió convertirse gracias a este álbum en la mejor banda de rock del mundo y un cuarto de siglo después podría decirse que ha sabido mantener esta condición. La verdad es que The Joshua Tree es un disco que envejece estupendamente y que supuso un antes y un después en la historia de la música ya que demostró que una banda con mensaje social y humano, con ambiciones artísticas bien definidas y con unos códigos bastante alejados de la moda imperante y de las fórmulas tradicionales del éxito podía ser sencillamente lo más grande, tanto a nivel artístico y comercial. U2 pasaron en 1987 de ser un grupo de culto de éxito popular moderado a ser todo un fenómeno social y unos auténticos ídolos de masas. Si en su anterior The Unforgettable Fire (1984) el grupo no atinó al cien por cien en la apertura de su sonido postpunk  a los cánones del rock americano en un trabajo que pretendía ser su visión entre idílica y desmitificadora de la cultura americana (influenciada por la curiosa relación de amor-odio que Bono y sus muchachos han tenido siempre con EEUU), en su disco siguiente se pulieron todas las deficiencias, el grupo se aplicó en el estudio del Blues, el rock con raíces americano, el gospel, el country rock y otras músicas yankis blancas o negras (aproximándose inconscientemente al nuevo sonido alternativo americano que nacía en aquellos años bajo la etiqueta de Nuevo Rock Americano con gente como REM, Violent Femmes, Long Riders o Lone Justice) y contactaron con Bob Dylan o Van Morrison quienes les prestaron su propia inspiración para elaborar un disco que pretendía ser el homenaje definitivo de unos irlandeses católicos a la América de las contradicciones, en donde el grupo había estado de gira en 1985 con su disco anterior. Brian Eno y Daniel Lanois, ambos en estado de gracia, fueron los productores al igual que en el álbum anterior y el sonido ampuloso, espacioso, épico y emocionante de The Joshua Tree no puede concebirse sin el trabajo de estos dos profesionales. Al final, el disco resultó la obra maestra de U2 y una piedra angular en toda su carrera con más de 25 millones de copias vendidas en todo el mundo a día de hoy, número uno en las listas de albums de medio mundo y la consideración de la crítica como uno de los mejores LPs de la historia del rock.  Se puede decir que tras ese éxito formalmente U2 dejaron de ser un grupo “alternativo” para meterse en el mainstream, pero el etiquetaje siempre ha sido algo bastante poco adecuado con este grupo.      

The Joshua Tree siempre evoca en los seguidores de la música el triunfo a la perseverancia de un grupo que quería reivindicarse desde hacía siete años cuando publicó su primer LP con sus cuatro miembros recién salidos de la adolescencia. Y evoca también un giro en los gustos masivos del público con el triunfo de un grupo concienciado y comprometido social y políticamente que hablaba de los desmanes del IRA y del ejército británico en Irlanda del Norte, de la agresividad de la política exterior estadounidense en la era Reagan o de la incertidumbre ante la guerra fría. En este su quinto LP añadió además la crítica hacia la actuación de USA en Centroamérica, las huelgas de mineros en UK y un mensaje antimiltarista, sin olvidar el sempiterno tono religioso y espiritual de muchas de sus letras. Desde el punto de vista estrictamente musical, las texturas de rock americano con raíces o de blues rock se hicieron presentes con un grupo dispuesto a mejorar instrumentalmente (The Edge depuró aún más su singular estilo guitarrero) y a dotar al disco de una atmósfera en sus palabras “casi desértica” y que evocase agrestes paisajes americanos. Y lo consiguieron. The Josua Tree son once maravillosos temas paridos por un grupo en su mejor momento que había demostrado que sencillamente era el mejor grupo del momento. Solo ellos fueron capaces de incluir tres auténticos himnos de estadio en un mismo álbum como son los tres temas más recordados de TJT: I Still Haven´t Found What I´m Looking For, Where the Stree Have No Name y sobre todo With or Without You, la tripleta de oro que abre el álbum y simplemente tres temas magistrales. Pocos discos tienen un comienzo más impactante con un tema como Where the Stree Have No Name con su intro de sintetizador seguido del inolvidable solo-riff de guitarra a cargo de The Edge que oído al principio y al final de la canción pone la carne de gallina con sus preciosos ecos y reverberaciones mientras que el resto del tema mantiene ese tono épico y levanta estadios que preside muchos de los temas del disco, en esta ocasión utilizando como vehículo un rock épico y efectivo con una increíble interpretación vocal de Bono. I Still Haven´t Found What I´m Looking For es ya una balada clásica con una letra entre espiritual y relativa al status de estrellas de una banda que pese a todo “aún no había encontrado lo que estaba buscando”. El tono entre rock americano y de gospel de esta canción le da una hipermatización y amplitud emocional que resulta una enorme delicia.

El climax de TJT llega con el tercer corte, With or Without You, espectacularmente hermosa balada de estadios que se ha convertido en todo un estándar de la música popular: certera, entrañable, vibrante. La garganta de Bono demostró ser prodigiosa con los crescendos de tono de un tema sencillamente magistral que a partir de ese momento se  convertirá en el momento estelar de los directos de la banda; el bajo poderoso de Adam Clayton, la guitarra entre líquida y afilada de The Edge (“guitarra infinita” se llamó en este tema), los sincopados tañidos de batería de Larry Mullen, más la voz carismática de Bono: todo perfecto. Pese a que lo mejor de The Joshua Tree esta al principio, el resto del disco no decae ni muchísimo menos. Red Hill Mining Town combina magistralmente el country rock con un pop rock aguerrido de tono puramente yanki aunque el tema trate de las huelgas mineras británicas (porque no todo es América en las letras de este LP). Trip Through Your Wires es rock americano pendenciero con aires bluesys con harmónica de Bono incluida pero sin renunciar a la magnificente épica rítmica del álbum. Y si hay un tema sobrecogedor ese es Bullet the Blue Sky una denuncia a la política exterior estadounidense con un inquietante ritmo, tenebrosa interpretación vocal de Bono (incluido speech hablado al final del tema) y extrañamente poética letra todo ello tamizado con un arrebato guitarrero lindante con el hard rock; un  tema que literalmente ponía en trance y éxtasis (con bastante dosis de teatro) a una gran parte del público en los conciertos de la gira del álbum. 

Hay más: baladas con resabio blues como Running to Stand Still; vibrante pop rock de guitarras como In God´s Country con su letra de desmitificación del sueño americano o ejercicios casi experimentales como Exit. El calor humano sube con Mothers of the Disapeared, melódica letanía homenaje a las Madres de la Plaza Mayo de Argentina y las COMADRES de los desaparecido de El Salvador, con una excelente interpretación de Bono y un suave tono ambiental; y One Tree Hil, obituario a Greg Carroll, roadie neozelandes de la banda de origen maorí que falleció en 1986. Con todos lso temas concebidos para encandilar en directo,  U2 se comieron literalmente el mundo en la gira de 1987 con llenos absolutos a ambos lados del atlántico y momentos de auténtico delirio ante el mejor directo que se podía contemplar. Multitud de entrevistas a lo largo del año, infinidad de reportajes en los medios, colas de escándalo para comprar las entradas a sus recitales: U2, ya megaestellas, era el grupo del momento y ante ellos se presentaba un brillante futuro. No defraudaron a las expectativas, la verdad. Las fotos del álbum tomadas por Anton Corbjin en el desierto de Mojave en California con la banda mirando hieráticamente con rictus serio y la casi icónica yuca de Josué representando la esencia del espíritu americano para U2 son una imagen más que entrañable, como también lo es un álbum que aunque parezca exagerado cambió la vida de mucha gente.        


FICHA TÉCNICA

Géneros: Pop Rock, Rock Americano, Rock Alternativo, Rock con Raíces
Publicación: marzo 1987
Sello original: Island
Producción: Brian Eno y Daniel Lanois
Duración: 50:11
Músicos:
Bono: voz, guitarra, harmónica
The Edge: guitarras, coros, piano
Adam Clayton: bajo
Larry Mullen Jr: batería
Brian Eno: teclados, programaciones DX7, coros
Daniel Lanois: pandereta, omnichord, guitarra, coros
The Armin family:  cuerdas en One Tree Hill
The Arklow Silver Band: metal en Red Hill Minning Town

Track listing

1- Where the Streets Have No Name
2- I Stll haven´t Found What I´m Looking For
3- With or Without You
4- Bullet the Blur Sky
5- Running to Stand Still
6- Red Hill Mining Town
7- In God´s Country
8- Trip Through Your Wires
9- One Tree Hill
10- Exit
11- Mothers of the Disappeared