sábado, septiembre 29, 2012

MAS DISCOS QUE TE CAGAS (y 8)



BJÖRK: VESPERTINE (2001)

Sello original: One Little Indian
Publicación: Agosto 2001
Producción: Björk, Martin Console, Thomas Knak, Marius de Vries
Géneros: Electrónica, Pop Experimental, Minimalismo Pop, Chill Out, Art Pop, Pop de  Vanguardia, Downtempo Beat
Duración: 55:33

Tal vez la obra maestra de la arriesgada artista islandesa. Un compendio de doce partituras atrayentes, inquietantes y fascinantes gracias a lo evocador de su factura electrónica con efluvios ambient y chill out -reforzados por sugerentes arreglos de cuerda clasicistas y rítmicas programaciones- llevando el factor experimental a altas cotas con respecto a los discos anteriores de Björk. Abre el disco la excepcional Hidden Place y a partir de aquí todo son encantadoras sorpresas. La hermosa y versátil Pagan Poetry y su inspirada melodía es todo un primor para los oídos, It´s Not up yo You sabe combinar la placidez chil out con un tono enérgico y envolvente, y Cocoon es una pequeña bizarrada de intimista intencionalidad. ¿Y que decir de la voz de Björk? Bueno, bueno. La jugada maestra de una artista excepcional en estado de gracia.


COLDPLAY: A RUSH OF BLOOD TO THE HEAD (2002)

Sello original: Parlophone
Publicación: Agosto 2002
Producción: Coldplay, Ken Nelson,
Géneros: Pop Rock Alternativo, Post Britpop
Duración: 54:08

La banda de Chris Martin se convierte en el grupo del momento a nivel mundial con su segundo LP, en donde demostraron dominar como nadie la transición del rock alternativo escorado al britpop hacia nuevos horizontes estilísticos pero sin abandonar el tono lánguido y melodramático de su anterior Parachutes (2000). Más de quince millones de copias vendidas en todo el mundo y singles en lo más alto de las listas además del aplauso unánime de la crítica certifican el status de clásico del álbum diez años después de su lanzamiento. In My Place o Clocks, medios tiempos de corte guitarrero-pianístico son los hits de un álbum que ofrece también otras no menos excitantes gemas: la emotividad de la preciosa balada The Scientist; el efectivo pop acústico de Green Eyes; God Put a Smile upon Your Face y su sugerente tono a lo Radiohead; la fuerza melódica de Warning Sign; y  cerrando la vibrante Amsterdam. La pericia instrumental del grupo, su innata habilidad para componer y ejecutar melodías perfectas y la cautivadora voz de Martin fueron señas de identidad de Coldplay durante toda la década de 2000 y en esto A Rush of Blood…tiene mucho que ver


COLDPLAY: X&Y (2002)

Sello original: Parlophone
Publicación: Junio 2005
Producción: Danton Supple, Coldplay, Ken Nelson,
Géneros: Pop Rock, Post Britpop
Duración: 62:32

La continuación de A Rush of Blood to the Head (2002) no fue tan brillante como aquel álbum (era difícil) pero siguió manteniendo y con nota alta a Coldplay en el podio de los mejores grupos de la década. Más rockista y guitarrero que los dos discos anteriores de la banda aunque también con más (ligeros) insertos de electrónica, X&Y se asoma al pop rock de estadios de los U2 de la época pero con personalidad propia y sin caer en absoluto en el pastiche, enriqueciendo por si fuera poco los argumentos musicales del grupo. Buenos temas que van desde el remedo del Clocks de su disco anterior en el vibrante primer single Speed of Sound hasta la adrenalina guitarrística de White Shadows. La épica la sirven la torrencial Fix You y sus totales arreglos vocales o la U2iana Talk (aunque con melodía prestada por Kraftwerk), y la delicadeza baladística por su parte What If  y la electro acústica The Hardest Part. Un nuevo acierto de un grupo en estado de gracia.


MUSE: BLACK HOLES AND REVELATIONS (2006)

Sello original: Helium 3-Warner Bros
Publicación: Julio 2006
Producción: Rich Costley
Géneros: Rock Alternativo, Rock Neo Progesivo, Progressive Metal, Funk Rock, Dance Rock
Duración: 45:28

Un álbum que habla de teorías conspiranóicas, sociedades secretas que dominan el mundo y la llegada de un inminente nuevo orden vía revolución no merecería ser tomado en serio, pero la banda formada por Matt Bellamy, Christopher Wonstenholme y Dominic Howard convirtieron un tratado de política-ficción apocalíptica en uno de los más brillantes LPs de los 2000. Un cuarto trabajo repleto de momentos musicalmente excelsos en donde el Progressive Metal se da la mano con la electrónica y los sonidos bailables en canciones como Map of the Problematique o Exo-Politics con deslumbrantes resultados, sobre todo en la primera. No obstante, este es un disco pensado para levantar estadios como lo demuestran la aguerrida Knights of Cydonia y su tono progresivo, el feroz nu metal de Assasin  y el que ya es el himno de Muse Starlight, pegadizo rock progresivo-bailable que supone una locura en sus directos. Además, Supermassive Black Hole añade una excéntrica nota funky-negroide a base de guitarras desbocadas, Invincible es un histriónico himno para los nuevos tiempos y Soldier´s Poem juega con la placidez de una nana acústica con evocadores juegos vocales. Con referencias tan dispares como Pet Shop Boys, Rage Against The Machine, Millionaire, Depeche Mode o Queen, la banda de Devon logra hacer un disco que ya es todo un pequeño clásico.


THE KILLERS: SAM´S TOWN (2006)

Sello original: Island
Publicación: Octubre 2006
Producción: Flood, Alan Moulder, The Killers
Géneros: Neo Postpunk, Rock Alternativo, Nuevo Rock Americano, Indie Rock
Duración: 44:14

El segundo álbum de The Killers convirtió a la banda de Las Vegas en el grupo estadounidense de los 2000 con un LP semi conceptual ambicioso y apasionante que ensambla a la perfección la idiosincrasia musical norteamericana con los sonidos británicos alternativos herederos del britpop, suponiendo una variación importante con respecto a su primer álbum Hot Fuss (2004) un trabajo más britanista, aunque ambos bajo un bajo un prisma de revivalismo postpunk. El sonido casi bailable de Read my Mind donde se combinan sintetizadores y guitarreos furibundos es la mejor tarjeta de presentación de las intenciones disco, pero hay sitio también para nuevo rock americano modernizado como Biling (Confession of a King) un tema que alcanza dimensiones épicas, o sonido de guitarras como en Uncle Johnny; la parte mas sintesista - aunque sin renunciar a lo rockista y eléctrico- la aportan cosas como la estimulante Bones. When You Were Young - el mejor tema del disco- se acerca a los cánones del Indie rock americano de los 90 actualizado, lo mismo que otra gema, For Reasons Unknow. Épica, emocionalidad e himnos generacionales potenciales en un trabajo perfeccionista e intenso, aunque The Killers evolucionarán después hacía un sonido más synthpop en trabajos como Day & Age (2008) o su último y excelente Battle Born (2012).      

jueves, septiembre 27, 2012

El aparatito Lumiere A ROMA CON AMOR (TO ROME WITH LOVE)




* y 1/2

Woody Allen de rebajas. Últimamente resulta por desgracia bastante habitual que el realizador neoyorquino, que continua siendo uno de los mejores directores vivos, haga estrene películas pasables o sencillamente mediocres, algo que hasta hace bien poco no era anda habitual en su prolífica filmografía. Si que es cierto que su última “política” cinematográfica de realizar filmes en coproducción con países europeos se estaba mostrando interesante e incluso fructífera y le estaba dando un nuevo brío y frescura al peculiar universo y discurso del veterano realizador, pero ya al cosa empieza a hacer aguas. Primero fuer con el Reino Unido, después con España, con Francia y ahora le toca el turno a Italia. Pero A Roma con Amor, un torpe intento de inmersión en terrenos fellinianos o de homenaje neorrealista en clave de comedia, bien puede considerarse el peor filme de la carrera de Woody Allen.

Woody no se siente nada cómodo en una película rodada y ambientada en Roma con un poco oportuno sabor turístico que abundaba aunque no de manera tan marcada en Vicky Cristina Barcelona, era más comedido en Midnight in Paris  (su último gran trabajo) y estaba ausente en el díptico Match Point y Scoop lo más fidedigno que había hecho Allen en cuanto a  respetar ciertos cánones estilísticos propios del cine del “país de acogida”. Ha pretendido hacer algo parecido en esta película pero le ha salido una parodia torpe solo salvada levemente por sus ramalazos de genialidad en cuanto a diálogos y situaciones, aunque de manera muy aislada. Son cuatro historias diferentes las que conforman el filme: un matrimonio americano maduro (Woody Allen y Judy Davis) que visita Roma para conocer a su futuro yerno italiano y descubre que su consuegro (Fabio Armiliato), propietario de una empresa de pompas fúnebres, es un virtuoso tenor operístico en potencia, un oficinista romano (Roberto Begnini) que de repente vive una kafkiana situación como celebridad sin hacer nada extraordinario, un joven estudiante estadounidense residente en la capital italiana (Jesse Eisenberg) con un dilema amoroso ante la llegada de la amiga de su novia (Ellen Page) y aconsejado por un veterano arquitecto americano (Alec Baldwin), y las tribulaciones de un joven matrimonio italiano (Alessandro Tiberi y Alessandra Mastronardi) que en un viaje de negocios familiares se pondrá a prueba por la perdida de un móvil  y un malentendido provocado por una prostituta (Penélope Cruz). Historias woodyallenescas pero pobremente trazadas y sin convicción que tratan de funcionar rindiendo pleitesía a Italia, al ciudad de Roma y el muy rico legado de la comedia italiana pero que se quedan a medias por explotación de tópicos transalpinos y una sobrecarga de personajes. Allen, ah querido disfrazarse esta vez de director italiano como ya se puso con éxito la máscara de director británico a mediados de los 2000, pero al final se ha quedado a años luz de Fellini, De Sica o Visconti y se ha conformado con ser el cargante y artificioso Roberto Bernini en su faceta de director, que dicho sea de paso protagoniza el más flojo segmento del filme. Música de Doménico Modugno, localizaciones en la Fontana de Trevi y el Coliseo, fragmentos de la ópera Pagliacci y unos aberrantes insertos de una canción de Raffaella Carrá que se oyen por doquier terminan de dar un nada oportuno tono de postal barata. El viejo Woody ya flojea, pero esto iba a suceder en algún momento, todos somos humanos. Hasta él.  

domingo, septiembre 23, 2012

ESTATUAS (y II) Relato de ficción



 
Llegaron al pedestal de la estatua. La penumbra envolvió las dos jóvenes figuras acurrucadas en la parte trasera de la estatua, abrazadas. La musa les daba la espalda, su brazo izquierdo flexionado sobre el hombre y el derecho ligeramente extendido. Solo hicieron falta unos escasos segundos para que la pareja de jóvenes se uniera en un intenso beso. Ellos no fueron capaces de calcular el tiempo que transcurrió con sus labios unidos, ni tampoco fueron conscientes que fuera de su beso existiese algo más que ellos mismos, todo era una oscuridad de ojos cerrados en una acción que podía transcurrir en cualquier lugar, siendo incapaces ni si quiera de recordar que se  encontraban sentados sobre el césped de un parque. De repente, aquel bendito paraíso fuera del espacio y del tiempo se vio interrumpido por el ruido de unos pasos o de algo que se movía a unos metros. Desde la oscuridad solo atenuada por la luz de la luna ambos trataron de ver si había alguien cerca, pero no atisbaron nada. Era evidente que quien fuese podía haberse escondido entre los árboles. Concluyeron que no estaban solos.

Entre sigilosa y velozmente se dirigieron hasta la plataforma coronada en una plazoleta en donde se encontraba la estatua del dios griego. Allí podían pasar más desapercibidos a los ojos de los curiosos y mirones, era aun sitio mucho más oscuro y discreto que aquella porción del jardín en donde se erguía la estatua femenina. Se sentaron en el banco junto al pedestal de la escultura, no sin antes haber escrutado los alrededores por sí alguien andaba por allí merodeando. La fría noche otoñal requería de un acercamiento corporal para poder aguantar los leves rigores de la estación al aire libre y ambos así lo entendieron de nuevo con sus labios fusionados. La pasión, que iba en aumento, acarreó un más intenso roce corporal y de allí a un leve desprendimiento de prendas de vestir, lo justo para propiciar el más íntimo contacto entre un hombre y una mujer y también lo estrictamente necesario para no tener que aguantar las inclemencias del frío. De nuevo el tiempo se detuvo entre el muchacho y la chica, esta vez entregados el uno en el otro, casi un ser único gimiendo a la sombra de la estatua.

En esa ocasión, tampoco supieron cuanto tiempo pasó desde el principio hasta el final, pero aquello les pareció que fue muy rápido, como suele ocurrir algunas veces y otras no tanto. No dieron importancia, no obstante, a que en el transcurso de su cometido sexual algo parecía moverse a sus espaldas y que en un momento dado se podía oír bastante nítidamente los pasos de al menos dos personas. Nada importaba ya en aquel instante. Pero después de aquello la preocupación, antes aletargada en un reino de placer, surgió de manera cruda y rotunda en los jóvenes amantes. Alguien había estado cerca de allí y tal vez les hubiese visto. Transcurrió más de un minuto -en el cual conversaron afectados e inquietos sobre la incómoda situación ambos sentados en el banco de piedra y solo mirándose recíprocamente - hasta que advirtieron aterrados que la estatua de aquel personaje masculino de regusto grecolatino ya no estaba en su lugar. No se había derrumbado como pudieron comprobar (algo que era improbable puesto que no oyeron ningún sonido seco y fuerte de piedra caída en aquel interludio) ya que la estatua no se encontraba en el suelo bajo aquel pequeño balcón de la plazoleta, ni tampoco se encontraba en ninguna parte. Parecía como si se hubiese marchado de su pedestal de motu propio. Ambos pensaron si ese extraño acontecimiento tendría que ver con los ruidos de pasos que oyeron antes, pero no, era demasiado descabellado. Era de locos pensar que una estatua había cobrado vida.

La estatua de la mujer tampoco estaba en su lugar, con el pedestal erguido solitario. Pero cuando lo inexplicable hace acto de presencia, enseguida surgen las explicaciones racionales: alguien había robado las dos estatuas y de allí los ruidos que se habían oído antes, seguramente de algunos ladrones que esperaban que la pareja estuviese distraída para llevar a cabo su fechoría. Pero, ¿Quién iba a querer robar unas estatuas viejas y desgastadas que habían estado allí toda la vida? Pensó ella; ¿y como era posible que las hubiesen extraído y transportado tan rápida y fácilmente? Pensó él. Otra vez surgió la duda y esta vez con un terrorífico halo de sobrenaturalidad. Las preguntas sin respuesta dejaron a los jóvenes tan pétreos y paralizados como aquellas esculturas. El viento de otoño soplaba con más fuerza en aquel momento de la noche, y con la mirada perdida ambos contemplaban las ramas de un cedro moverse mientras el viento ululaba. Una ventisca mayor apartó las ramas de unos arbustos cercanos mostrando una insólita escena que tenía lugar a algunos metros de donde se encontraban él y ella. Al fondo, muy al fondo, se podía ver a las dos estatuas abrazadas junto a un árbol, la piel de piedra de ambos iluminada por la luna llena. Hermes y Erato parecían amarse. Las dos estatuas perecían estar vivas.

Sentados en el césped, aterrados, los amantes de carne y hueso contemplaban la escena, atónitos. No eran capaces de moverse ni de articular palabra. Desde su alejada posición, vieron como las dos estatuas, aún abrazadas, les estaban mirando, con sus cabezas giradas hacia ellos. De nuevo el viento sopló fuertemente y las ramas de los arbustos taparon la escena; cuando otra racha sopló a continuación ya no había rastro de las estatuas en el lugar bajo el árbol donde antes se encontraban. Los amantes humanos estaban paralizados, presa del terror. A sus espaldas, escucharon unos fuertes pasos que se acercaban. Miraron hacia atrás y en la oscuridad vieron a las dos estatuas caminando hacia ellos, deteniéndose a unos metros. A medida que se alejaban de la luz de la luna  solo se percibían sus siluetas. Llegó un momento en que no se sabía si estaban allí o no, pero al cabo de unos segundos se oyó una voz masculina profunda.
- Nos ayudareis a no morir. Nuestro fin estaba ya cerca. Solo había que esperar que el amor se instalase otra vez entre nosotros dos, que nos uniesen por fin
Una dulce voz femenina intervino
- Nuestro destino era estar juntos, pero desde hace años nos hicieron estar en lugares diferentes, separados. Nos fabricaron sin que los hombres supieseis que íbamos a estar vivos. La piedra de la que estamos hechos no es como la que conocéis. Nacimos de piedra de luna que cayó a la tierra, pero el paso del tiempo la hizo terrestre.
- Allí arriba, las estrellas fugaces se buscan, se desean, se anhelan y a veces se encuentran. En el cosmos está el amor, y fuimos un día fugaces que colisionaron enviando su fuerza contra la luna y de allí se desprendió una roca que llegó en llamas hasta la tierra. Por suerte, nos hicieron unos cuerpos que a la fuerza debían ser inertes…pero perecederos. El fabricante de nuestros cuerpos intuyó lo que éramos y por eso nos hizo así, pero no quiso que estuviésemos juntos. Si lo hubiésemos estado, no estaríamos corroyéndonos ni llenándonos de putrefacción, esperando una muerte segura.    

A medida que hablaban, una luz parecía envolver las figuras de las estatuas, que se podían apreciar claramente. Sus labios de piedra se movían y sus brazos y piernas iban modificando su posición de manera lenta y pausada. La pareja de jóvenes se había puesto en pie casi inconscientemente, como movida por una orden extraña. Las estatuas caminaban hacia ellos, la mujer de piedra hacia la mujer de carne y hueso, el hombre de piedra hacia el  hombre de carne y hueso.  Los dos seres humanos notaron un frío indescriptible atravesando sus cuerpos de arriba abajo y a continuación una sensación de que su piel se congelaba. Las estatuas, pese a caminar lentamente  parecía que se aproximaban a toda velocidad hacia ellos y en un instante cuya duración resultaría imposible de describir tenían ya cada uno de ellos los rostros de piedra frente a ellos mirándoles fijamente con sus ojos sin pupila. Notaban que estaban atrapados en una especie de funda durísima ajustada a su cuerpo que les impedía moverse. Los ojos sin pupila colisionaron literalmente con los ojos humanos y los amantes de carne y hueso notaron como los cuerpos de las estatuas penetraron en los suyos. Pero no sintieron dolor alguno, sino una sensación de infinito bienestar. Lo último que vieron fueron dos estrellas fugaces, cada una volando en trayectos opuestos que se chocaban junto a una luna enorme y cercana.


Una mañana de otoño aquellas dos estatuas del parque amanecieron diferentes. Ya no tenían ni verdín, ni suciedad, ni manchas verdosas o amarillentas y todas las partes de la piedra desgastadas y corroídas se habían restituido y lucían lustrosas. Los dos dedos de la mano derecha de Hermes habían vuelto a aparecer y su rostro y el de la musa Erato ya no eran estaban tan amorfos ni desgastados- incluso podría decirse que parecían más alegres y radiantes- lo mismo que las túnicas de ambos, que volvían a lucir sus cincelazos pliegues. Las dos estatuas parecían otra vez recién esculpidas y nadie se explicaba aquella mañana que es lo que había ocurrido, puesto que los responsables municipales negaban que las hubiesen cambiado.  Se daba la casualidad de la noche anterior había desaparecido una pareja de jóvenes, de 25 años él y 23 ella. Se les había visto por última vez entrando en el parque a las dos de la madrugada.