lunes, abril 15, 2013

El Aparatito Lumiere EL CUARTETO (QUARTET)



 


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Ha sido verdaderamente curioso y honesto el tardío estreno de una leyenda de la interpretación como Dustin Hoffman en la dirección con una película de nacionalidad británica basada en una pieza de teatro que no resulta precisamente comercial ni del gusto del gran público- algo que siempre se teme cada vez que actores norteamericanos de peso específico se estrenan como directores- y que además parece más adscrita a los cánones del cine británico o incluso de europeo continental. Basada en una obra teatral de Donald Harwood, lo cierto es que Quartet, sin ser una grandísima película es un filme agradable, simpático e inteligente que basándose en un planteamiento melodramático bastante inusual logra con una historia mínima un filme muy magnético. Con un reparto de rostros veteranos en la tercera edad, Quartet es además un homenaje a la “eternidad” de los artistas veteranos con un mensaje: el talento y el buen saber hacer nunca se pierde. Ambientada en una residencia inglesa de cantantes y músicos mayores y con el mundillo de la ópera como hilo conductor, la película rezuma autenticidad, contenida belleza y sobre todo vitalidad, como debe de ser en toda película con mensaje positivo protagonizada mayormente con personas mayores.      

Cuatro veteranos de la escena británica como Maggie Smith, Tom Courtenay, Billy Connolly y Pauline Collins son los cuatro miembros del cuarteto del título, cuatro cantantes de ópera retirados y residentes en el asilo que inesperadamente tienen la oportunidad de reeditar gloriosos tiempos al poder formar un cuarteto para interpretar Rigoletto en la función anual de al residencia ante la llegada de la nueva inquilina, la soprano Jean (Maggie Smith), la exmujer del tenor Reginald (Tom Courtenay) Este violento reencuentro entre los antiguos amantes no será nada fácil y en cierto modo, unido con la excitación de los preparativos de la función por parte de los ancianos artistas, alterará de un modo singular el día a día de la institución. Sentimientos invernales  y dudas existenciales en los últimos compases de la vida parecen aflorar e unas viejas glorias del espectáculo que aún son genio y figura. Entre la comedia y el melodrama la película transcurre plácida y sin grandes momentos de emotividad o tensión, una tensa calma que Hoffman ha sabido captar excepcionalmente, no en vano el también es un artista veterano. El reparto de secundarios, como dato curios, incluye a auténticos antiguos músicos o cantantes británicos además de otros actores de larga trayectoria como Michael Gambon. Excelentes interpretaciones y una cuidada fotografía de interiores en un filme que tal vez este demasiado lastrado por su origen teatral y por eso no guste a los expectores que prefieran mayor ajetreo de espacios y localizaciones en las películas. Es agradable que de vez en cuando haya películas así, modestas pero sugerentes.

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