sábado, noviembre 02, 2013

El Aparatito Lumiere LA VIDA DE ADELE (LA VIE D'ADÈLE)




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Un torbellino de reacciones, polémicas, alabanzas, censuras, reparos, encontronazos, satisfacciones cinematográficas y en fin, sentimientos encontrados es lo que ha suscitado la última Palma de Oro en Cannes, un filme francés directo, honesto y arriesgado cuya polémica precedente a su estreno en nuestras pantallas le puede otorgar cierta publicidad alimentada por el morbo. Y es una pena porque La Vie d’ Adele por si sola tiene poderosos argumentos cinematográficos -nada comerciales- que la conviertan en una obra tan degustable como desconcertante, sinuosa y desde luego que no convencible para todo el mundo. La historia de amor y convivencia entre dos mujeres jóvenes es lo que cuenta esta película durante tres horas- una duración tal vez excesivamente larga que pone en evidencia que sobra algún que otro minuto de metraje- de una manera descarnada, nada edulcorada y sin doble moral en un crónica de desarrollo de una relación de amor y sexo contada desde las tripas y desde el corazón. No se trata de una película lésbica, como muchos medios ya la han tildado, ni dirigenta preferentemente al colectivo homosexual y tampoco es probable que se convierta en una película de culto gay por numerosas razones. Abdel Kechciche, director galo de origen tunecino, se ha inspirado libremente en un cómic de culto obra de la joven dibujante y guionista Julie Maroh El azul es un Color Cálido, quien pese a saber que el director iba a hacer una adaptación libre de su cómic no se ha sentido del todo satisfecha con esta adaptación, polémica esta que es una menudencia comparada con otras que ha originado el filme. Con todo, el hecho de que una película basada en una bande desiné haya ganado el primer premio en Cannes es un punto de inflexión que desde luego que enaltece el noveno arte como una fuente de grandes historias y que debe de dignificar un campo habitualmente ignorado y desprestigiado al que el cine rara vez le ha hecho justicia.

La historia narrada durante varios años de la joven Adèle (Adèle Exarchopoulos), que en su adolescencia descubre su condición de lesbiana para entregar todos sus sentimientos, pasión y sexualidad a una aspirante a artista llamada Emma (Lèa Seydoux) una joven mas madura, vital y enigmática que termina aclarando el embrollo afectivo de Adèle, una joven que parece luchar contra si misma y que termina entregándose totalmente a Emma, algo de los que en ocasiones parece huir conforme pasa el tiempo. Aquí conviene señalar el absoluto embrollo conceptual-estilístico-formal de esta película que muchas veces lleva al desconcierto y a la duda sobre el sentido de lo que se esta viendo, ya que el director en su afán confeso por echarlo todo en esta historia ha contado con la complicidad de dos actrices realmente excepcionales cuyo trabajo (también premiado en Cannes) muchas veces va más allá de lo que se haya visto en las pantallas y en ese sentido muchas veces es difícil de describir las aristas cortantes y los recovecos de una historia hecha con emociones muy bien contadas y descritas pero enormemente cambiante y hecha de diferentes capas. Así, el tono sexual y erótico que preside el filme parece apropiarse de los puntos clave de la historia sin que la (nada edulcorada) historia de amor pierda peso ninguno, pero la manera en la que se presentan las relaciones sexuales entre las dos chicas (elemento pivotal en el filme) realmente sorprende: cerca de 20 minutos de sexo lésbico aparentemente real (salvo algún lógico “fingimiento”) bastante explícito que ha levantado algunas ampollas y que acerca esta película sutilmente al género pornográfico. El resultado final del filme, sin embargo, resulta lo suficientemente convincente si nos liberamos de prejuicios para eludir cualquier polémica fácil…algo de lo que no se libra su director, que ha sido denunciado por Lèa Seydoux por extenuar a las actrices intentando que “lo den todo” y por su intenso trabajo bajo un aparente yugo tiránico. El propio Kechciche antes de recibir la Palma de Oro se arrepintió de rodar esta película que aún le está trayendo muchos quebraderos de cabeza. Pero todas estas cosas aparte, tenemos ante nosotros una película inusual y honesta que será amada y odiada a partes iguales. Por lo menos el que aquí suscribe se enmarca dentro del primer grupo, aún considerando que no llega al nivel de absoluta obra maestra.

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