martes, marzo 12, 2013

El Aparatito Lumiere LOS AMANTES PASAJEROS




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Últimamente el exigirle a Almodóvar una gran película es casi como pedir un deseo (por parte sobre todo de sus seguidores) que vete a saber si se cumplirá o no y con más posibilidades de que sea esto último. Su irregular filmografía en los últimos años no obstante aún no ha disipado la posibilidad de que en un momento de gracia vuelva a sorprender como ya lo hizo con Todo sobre mi Madre (1999) o Hable con Ella (2002) filmes que llegaron tras un periodo de irregularidad que resurgió tras ese último título, ya que este es un cineasta tan hábil e inteligente como también anárquico. El caso es que el retorno a la comedia cien por cien del cineasta manchego veinticinco años después de Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios (1988) ha resultado tan light como poco sorprendente con una película en la que Almodóvar sencillamente ha pretendido divertirse rodando, ofreciendo un trabajo cuya finalidad principal es buscar la complicidad con el público con una simpática gamberrada que pretende rescatar a aquel director iconoclasta y fetichista pop de los 80.  Los Amantes Pasajeros hace 30 años hubiese resultado una película interesante, degustable y muy divertida, pero hoy día solo puede ser vista como una comedia de poco alcance sujeta premeditadamente a los mas previsibles clichés almodovarianos aunque entretenida y con buenos momentos aislados.

La inserción en el guión y los diálogos de temas de candente actualidad española (corrupción, escándalos financieros) y la pretendida variedad de tipologías de personajes sin duda responden al intento de convertir a la tripulación y los pasajeros de primera clase del accidentado vuelo hacia México del avión de la ficticia compañía Península en una pequeña representación de la sociedad española de hoy, pero esto se queda solo en la caricatura a trazo grueso. La película es más interesante cuando se concibe como lo que es, una comedia coral en donde los diferentes personajes van desgranado sus historias personales (de desigual interés)  en medio de un entorno caótico y absurdo provocado por el miedo, en este caso a la muerte debido a anomalías técnicas en el avión que obligan a un aterrizaje de emergencia incierto e imprevisible en sus consecuencias. El director reivindica el sexo como respuesta catárquica al miedo a lo incierto y como manifestación vital ante una situación límite y lo hace mediante todo un muestrario de encuentros sexuales y de resoluciones sentimentales que más o menos ilustran gran parte de las obsesiones almodovarianas en dichas materias. Es decir, Almodóvar no ofrece nada nuevo y se conforma con mostrarse al público tal y como se le ha conocido siempre (y aquí es donde entra también el tema mariquitas locazas y un rollo de sexo bastorro que solo asiladamente tienen su gracia)   

El largo reparto cumple y muy bien con una puesta en escena teatral muy restringida en el espacio (aunque no todo se desarrolla en el avión) pese a que la mayor parte de los personajes sean muy forzados y algunos prescindibles: Antonio de la Torre, Javier Cámara, Cecilia Roth, José Luis Torrijo (descubrimiento importante), Raúl Arévalo, Javier Cámara, Lola Dueñas o Hugo Silva son algunos de los actores presentes en el vuelo, mientras que Paz Vega y la cada vez más prometedora Blanca Suárez protagonizan un poco convincente episodio desarrollado en Madrid y Antonio banderas y Penélope Cruz  tienen inofensivos pequeños papeles como operarios del aeropuerto. Almodovar se lo ha pasado bien, que duda cabe, pero lamentablemente el público podrá tener otra opinión.      

domingo, marzo 10, 2013

STEELEYE SPAN, LA CAMPIÑA INGLESA ELECTRIFICADA (I)


 


Uno de los más longevos grupos del Reino Unido y una banda fundamental en la historia del folk-rock inglés e internacional, Steeleye Span fueron pioneros a principios de los 70 en la ejecución del folk y la canción tradicional a la manera del pop rock y por ello su influencia en el desarrollo del género folk-rock y en bandas de todo tipo y procedencia cultivadoras de este estilo ha sido enorme. A lo largo de más de 40 años de carrera y 21 discos de estudio, Steeleye Span han grabado e interpretado en directo multitud de temas y melodías tradicionales inglesas, escocesas, irlandesas e incluso de otros países de Europa combinando instrumentación eléctrica de rock con instrumentos acústicos haciendo suyos y contemporanizando temas antiquísimos sin olvidar composiciones propias. Con formaciones enormemente cambiantes, resisten al paso de los años aunque sin el éxito comercial y de crítica que consiguieron en su periodo dorado de 1972-1976. Maddy Prior, Rick Kemp, Tim Hart, Bob Johnson y Peter Knight han sido los miembros más destacados de un grupo donde han pasado hábiles músicos y vocalistas. Toda una institución en el folk británico.




A Steeleye Span, grupo pionero del folk rock en plena era hippy, deben mucho muchas bandas que surgieron a partir de la década de los 70 fusionando los sonidos tradicionales con los rockistas. Y también han sido uno de los modelos a la hora de configurarse muchos combos de folk eléctrico en diferentes épocas, tanto cultivadores de música celta como de sonidos germánicos (ingleses, alemanes, nórdicos) o de otras latitudes europeas (mediterránea, vasca). Lo que empezó como un casi tímido proyecto de un ex miembro del grupo madre del folk rock inglés Fairport Convention en 1969, ha terminado siendo una institución en la música británica. Hoy en día continúa la revitalización de baladas, melodías y canciones británicas de siglos XVII, XVIII y XIX, tonadas tradicionales, bailes anglo-célticos e incluso canciones infantiles que en los 70 aupó al grupo al estrellato en la aún minoritaria escena folkie internacional pero con repercusión en la escena mainstream. Es cierto que han pasado muchos nombres por Steeleye Span, pero siempre será el grupo de la extraordinaria vocalista Maddy Prior, el bajista Rick Kemp, el violinista y mandolinista Peter Knight y el guitarrista Bob Johnson, los tres primeros los únicos supervivientes de la alineación mas popular y exitosa del grupo que floreció durante gran parte de los 70 y que incluía también a Tim Hart y Nigel Pegrum. Todos los músicos que han pasado por Steeleye Span han sido extraordinarios instrumentistas y esforzados arreglistas que acercaron en los 70 el folk británico (principalmente de origen anglosajón, aunque también con ritmos celtas) a la sensibilidad pop rock incluso gozando de hits en las listas pop y clasificándose en zonas nobles de las listas de ventas de LPs. Además, la inmensa mayoría de sus miembros fueron vocalistas lo que convirtió a Steeleye Span en un perfecto y equilibrado ejemplo de eficiente grupo músico-vocal que ejecutaba tanto emocionantes temas a capella polifónicos como virtuosistas instrumentales en su mayoría jigas y reels bailables. Aunque en honor a la verdad, la preciosa voz de Maddy Prior, una de las mejores vocalistas del pop todos los tiempos, siempre ha sido el rasgo más identificable de la banda. En 2013, aunque sin grabar un disco en 4 años, Steeleye Span aún no han firmado su acta de defunción.



Steeleye Span en 1975: Maddy Prior, Rick Kemp, Bob Johnson, Nigel Pegrum, Tim Hart y Peter Knight



Los comienzos (1969-1971): canciones de siempre que sonaban como nunca

 

El grupo comenzó a andar a finales de 1969 y nació indirectamente de los míticos pioneros del folk eléctrico en el Reino Unido Fairport Convention, el primer grupo que fusionó folk inglés y rock en plena era pop de los 60. Ashley Hutchings (1945), bajista de la banda liderada por Richard Thomson y Sandy Denny abandonó en 1969 desilusionado por la pérdida de interés del grupo en el material tradicional británico y su cada vez más creciente orientación rockista. Su intención era fundar un nuevo grupo en donde tuviese más preeminencia el material proveniente del cancionero tradicional y con una orientación vocal. Hutchings conoció en un club folk de Londres a un joven dúo formado por Tim Hart (1948-2009), voz, guitarra y dulcimera; y Maddy Prior (1947), vocalista, una pareja de novios de conjuntadas voces y con un bonito repertorio de canciones tradicionales que ya había editado dos ignotos LPs en 1968. Hutchings, que era toda una autoridad en la escena folk, les invitó a formar parte del grupo que quería formar y la pareja accedió. Poco después el grupo se completa con el matrimonio formado por Terry (1947) y Gay Woods (1948), él un veterano irlandés en la escena folk inglesa pese a su juventud que ya había pasado por Sweenet´s Men y que tocaba la guitarra, la mandola, la mandolina y la concertina además de ser cantante, y ella una aventajada vocalista y concertinista. El quinteto tomó el nombre de Steeley Span de un personaje de la canción popular Horkstow Grange (que el grupo no grabaría hasta 1998). En junio de 1970 el grupo publica su primer álbum Hark! The Village Waits en el sello RCA con buena acogida entre los (aún escasos) seguidores del folk rock británico, en su mayoría fans de Fairport Convention y similares. El disco, como gran parte de los siguientes, estaba conformado por temas tradicionales y había canciones a capella  como A Calling-On Song y cortes que formarían parte en lo sucesivo del repertorio en directo del grupo como The Blacksmith. En este álbum Hart toca instrumentos eléctricos como la guitarra y dulcimera eléctricas además del violín y el banjo, instrumento este último también ejecutado por Terry Woods que también tocó la guitarra eléctrica, la concertina y la mandolina. Los virtuosismos de Tim y Terry (en el banjo especialmente) fue lo que más llamó la atención en este disco, que como el resto de LPs de Steeleye Span tendrá una perfeccionista y omnipresente instrumentación. Esta primera formación fue efímera, ya que los Woods abandonaron en agosto de 1970 dejando al grupo sin gira de presentación. Los Woods grabarán en los 70 algunos discos como dúo y Terry a mediados de los 80 se convertirá en miembros de la banda quintaesencial del folk rock británico de dicha década, The Pogues.


1970: Ashley Hutchins, Terry Woods, Gay Woods, Tim Hart y Maddy Prior

Conscientes de que los miembros del grupo ya no podían seguir compartiendo vivienda como antes (lo que provocó las tensiones que llevaron a al salida de Terry y Gay), Ashley consiguió un apartamento y con Maddy y Tim se afanó en recomponer Steeley Span con vocación de supergrupo folk: Martin Carthy (1941), veterano cantante y guitarrista con cinco discos en su haber y Peter Knight (1947,) voz, violín, teclados, mandolina y aventajado y versátil músico semidesconocido fueron los nuevos miembros para el segundo álbum Please to See the King (1971), un trabajo que carecía de las baterías del disco anterior (servidas entre otros por el ex baterista de Fairport, Dave Mattacks) y que tenía a Prior como la única vocalista femenina tras la marcha de Gay Woods. Un disco que superó en calidad a su antecesor y que se antojaba también más eléctrico. La voz profunda de Carthy se complementaba perfectamente con la voz melódica y versátil de Prior en temas como Boys of Bedlam y en ese sentido el grupo había ganado con esa incorporación, aunque los cinco miembros de esa formación eran todos vocalistas como momentos para lucirse como tales en el álbum. Please to See the King obtuvo buenas críticas desde la prensa musical especializada en el rock y llegó al Nº 45 en las listas británicas, un puesto interesante para un grupo de folk en aquella época. The Man Mop, or Mr. Reservoir Butler Rides Again (1971) fue el disco siguiente y una digna continuación aunque esta vez centrado más en temas irlandeses y en aires celtas. Las voces de Carthy, Hart y sobre todo de Prior son de lo más atrayente en este LP, en donde Tim Hart cada vez iba puliendo mejor su peculiar voz y Maddy Prior dejaba constancia del poderío de su voz de soprano melódica pero enérgica. La banda en 1971 se va por primera vez de gira y entre un disco y otro Maddy Prior y Tim Hart publican un último LP como dúo, Summer Solstice (1971). Hart y Hutchings habían conseguido que sus guitarras y sus bajos eléctricos convirtiesen a Steeleye Span en un inusual primer espécimen de banda de folk tradicional escorada al rock, aunque curiosamente esa no fue la intención de este último al fundar el grupo. Ashley Hutchings precisamente dejó Steeleye Span a principios de 1972 por el giro eléctrico que el grupo estaba dando y lo mismo hizo Martin Carthy en aquella fecha por idénticos motivos. Carthy retomó su carrera en solitario y Hutchings se centrará en su proyecto paralelo The Albion Country Band y otras lides.  A partir de 1972 la banda contará con un nuevo manager, Jo Lustins, que convenció al grupo en comercializar su sonido, y con dos nuevos miembros: el bajista Rick Kemp (1941) y el guitarrista Bob Johnson (1944), ambos también vocalistas y procedentes de la escena rock y blues y que incrementarán el tono eléctrico de la banda además de hacerse con un papel preeminente en ella. Kemp había sido durante los 60 un reputado músico de sesión dentro de la escena blues rock y fue miembro provisional de King Crimson en el LP Islands (1971), mientras que Johnson se ganó la vida en jam sessions bluesísticas en clubes londinenses. Ambos aportarán a Steeleye Span sonidos aún más eléctricos y más basados en las guitarras y cierta inspiración en el rock progresivo de la época (temas largos, con diferentes secciones) además de en el jazz y el blues.
        
1971: Tim Hart, Peter Knight, Maddy Prior, Martin Carthy y Ashley Hutchins
 

Los años de gloria (1972-1976): reyes eléctricos del folk                        




Steeleye Span firmó en 1972 por un nuevo sello, Chrysalis, por entonces una discográfica semi independiente que ya tenía bajo su manto a artistas como Cat Stevens, Procol Harum o su grupo estrella, Jethro Tull, una banda de rock progresivo con ínfulas folkies que de un modo u otro convergerá con Steeleye Span en numerosas ocasiones. Con el LP Below the Salt (1972) se inaugura la mejor época de Steeleye Span, tanto desde el punto de vista artístico como comercial y con la formación más conocida (y la mejor) del grupo: Maddy Prior (voz, percusión ocasional), Tim Hart (voz, guitarras, dulcimeras, banjo), Peter Knight (voz, violín, guitarra acústica, mandolina, banjo, piano, teclados, flautín), Bob Johnson (voz, guitarras, sintetizador), Rick Kemp (voz, bajo, batería hasta 1973) y a partir de 1974 Nigel Pegrum (1949) (batería, flauta, oboe, flautín, percusión). En los discos de esta etapa se consigue una perfecta conjunción entre el folk y el rock con momentos memorables y sin dejar ni un solo momento de investigar en el cancionero tradicional de las islas británicas (y de otros países) con un enorme repertorio de temas algunos de la edad media, ballads, jigas bailables o tonadas infantiles a la par que el grupo comienza a componer temas propios dejando patente su enorme valía artística. Below the Salt, su mejor álbum hasta la fecha estaba co-producido por el grupo y Jerry Boys en detrimento de su anterior productor, Sandy Roberton, y estaba basado principalmente en melodías medievales pero modernizadas de una manera hábil y asombrosa. Destacan la plácida balada coral a capella Rosebond in June, el tema casi épico King Henry (originario de una canción infantil), el encantador tema acústico pastoril Spoted Cow, la céltica Royal Forester o la popular tonada inglesa Johnny Barleycorn, estupendamente interpretada por Tim Hart; pero fue el villancico finés en latín del XVI Gaudete la canción que puso a Steeleye Span en el mapa mainstream de la música popular llegando al número 14 en la lista de singles británica. Pese a que Steeleye Span ya había editado como sencillos temas de discos anteriores (los que eran jigas y reels, principalmente) este fue su primer éxito en singles y el tema que comenzó a suscitar atención hacia el grupo incluso en gente no aficionada al folk. Esta canción a capella es uno de los escasos temas de estas características que han llegado al top 20 de las listas británicas y durante un tiempo fue el tema más popular de la banda pese a no responder a su sonido más genuino.  Below the Salt consiguió llegar al nº 43 en la lista de LPs en UK.




Steeleye Span parecían decididos a conquistar el mercado del pop rock y con Parcel of Rogues (1973) se dispusieron a conseguir un sonido más comercial y rockista sin dejar de ser un grupo folk y no solo sin perder un ápice de calidad, sino ganándola. Este LP es uno de los mejores del grupo, con una preeminencia de canciones escocesas algunas de cierto contenido histórico-político: así nos encontramos con joyas como Allison Gross, el instrumental irlandés Robbery with Violins, The Ups and the Downs, la revisión casi glam rockera de la canción infantil The Wee Wee Man , la tonada satírica Cam Yer Oér Frae France o el imponente himno nacionalista escocés Rogues in a Nation, otro de los temas donde los miembros del grupo demostraron su perfecto acople vocal. El LP llegó al número 26 de la lista británica de LPs y tuvo cierta repercusión en los circuitos folkies norteamericanos convirtiéndose en el primer mini éxito internacional de Steeleye Span. El grupo, además de su habitual gira por UK viajó por primera vez al EEUU como teloneros de Jethro Tull. En marzo de 1974, el grupo publica su sexto LP ya convertido en una referencia de culto en la escena británica y en el grupo de folk rock con mayor éxito en el país y ya empezando a ser conocido en otros países cuando el folk británico o celta era una cosa casi desconocida fuera de las islas. Now We Are Six hace referencia a la vez a que se trata del sexto disco del grupo y el primero en donde la formación se convierte en sexteto con la incorporación del batería y multiinstrumentista Nigel Pegrum, un hombre que había estado anteriormente en célebres bandas de rock como Small Faces y Uriah Heep. Con Pegrum, el único de esta formación que no era cantante, el grupo gana en perfeccionismo instrumental y en ritmo. Ian Anderson, el lider de sus compañeros de disquera Jethro Tull es el productor del disco que más se aproximaba al rock de todos los que hasta el momento había realizado Steeleye Span. Thomas the Rhymer, una balada escocesa basada en la figura de un legendario profeta escocés del siglo XIII que vaticinó una serie de acontecimientos históricos, es el tema estrella convertido en un emocionante tema de folk rock progresivo con una estupenda Maddy Prior y en lo sucesivo será un tema obligado en el repertorio en vivo de la banda. Este tema fue single (en una versión más corta que al del álbum), lo mismo que el instrumental The Mooncion Jig , un tema que demostraba que se podía hacer una jiga celta sin violín ni flautas, ya que la canción esta fundamentada en la mandolina y el banjo de Peter Knight. La baladas Drink Down The Moon y Long-a-Growing, ambas interpretadas por Prior son pura delicatessen, lo mismo que otro single, Two Magicians una divertida y melódica canción satírica-erótica escocesa con trasfondo fantástico. Precisamente, esa fluctuación entre temas fantásticos y legendarios repletos de elfos y hechiceras y temáticas realistas, costumbristas e históricas en las canciones del grupo será uno de los rasgos principales de Steeleye en los 70, lo mismo que la combinación de temas de amor, narraciones épicas o canciones satíricas y rimas para niños. En un juego-broma, el grupo incluyó en Now We Are Six dos famosas canciones infantiles inglesas como son la canción que da título al disco y Twinkle Twinkle Little Star imitando a voces de niños con Prior como “niña solista” y haciéndose pasar por el coro del inexistente colegio de St. Eleye. Parte de la crítica y los fans no encajaron bien esta gracia, como tampoco entendieron la inclusión de una versión del clásico de Phil Spector To Know Him is To Love Him , una “broma” derivada del hecho de que en directo el grupo en aquella época solía ofrecer versiones de clásicos de finales de los 50 disfrazados de artistas cincuenteros. El mismísimo David Bowie tocó el saxo en este tema, una colaboración de lujo. Now We Are Six llegó al número 13 en la lista de álbumes y el grupo vivía un momento dulce.         




En enero de 1975 aparece Commoners Crown, el mejor LP de Steeleye Span aunque no superó el éxito comercial del álbum anterior. Al Igual que en aquel, se encuentran aquí muchos de los temas clásicos del grupo, tales son Little Sir Hugh, Demon Lover o Long Lankin. Esta última, una balada épica de casi nueve minutos de duración y elementos de rock progresivo se convirtió pronto en uno de los temas estrella del grupo, que incluyó en el disco por primera vez un tema propio – si bien ya había publicado como cara b del single de Gaudete otro villancico escrito por todos los miembros de entonces excepto Kemp- el instrumental Bach Goes to Limerick, una curiosa fusión de música barroca de cámara con un reel irlandés. Con canciones realmente bellas (Elf Call y Weart Cutters se sustentaban en la interpretación de Maddy Prior con patrones vocales que luego serían tenidos en cuenta por gente desde Enya a Mary Black) el tema realmente más curioso de Commoners Crown es el single New York Girls, una canción humorística tradicional americana en donde el actor Peter Sellers tocó el ukelele e insertó chistes hablados e imitaciones de sus personajes del mítico Goon Show de los 50. El ritmo de publicación de los discos de Steeleye Span era rapidísimo y en octubre del 75 ya tienen nuevo trabajo, su LP más vendido All Around my Hat  producido por Mike Batt, un músico muy conocido en UK por sus composiciones para la exitosa y mítica serie de TV infantil The Wombles. All Around my Hat se concibió como un disco con aspiraciones a ampliar el público de la banda y desde luego que lo consiguió llegando al 6 en las listas británicas siendo el primer y único álbum top 10 de Steeleye Span. Menos elaborado musicalmente que discos anteriores y también algo más flojo sin olvidar el virtuosismo folkie apostaba por temas bailables y lindantes con el pop comercial como Hard Times of Old England o Dance with Me, siendo el tema que titulaba al LP el mayor exponente en ese sentido: Número 5 en listas de éxitos y sin duda alguna el tema más conocido de Steeleye Span que el grupo prácticamente no dejará de interpretar en directo. Esta divertida y comercial jig con ínfulas pop-rock era uno de los dos temas propios del disco, escritos a pachas por la mayor parte de los miembros. Black Jack Davy y  Bachelors Hall son otros de los temas más memorables del único superventas de Steeleye Span, un grupo que había demostrado que el pop y el rock se podían fusionar perfectamente con el folk de las islas y que se podían interpretar canciones muy antiguas con instrumentos de rock.       



Peter Sellers, un invitado muy especial

Pese a todo, el status de Steeleye como estrellas del pop no duraría mucho ya que su siguiente LP Rocket Cottage (1976), también producido por Batt, ni siguiera entró en el top 40 pese a tener también un tono rockista y más comercial que All Around My Hat, además de ser mejor que aquel. London, otro tema propio que aspiraba a repetir el éxito del single estrella del disco anterior, ni consiguió entrar en los 40 primeros. No obstante hay buenos temas que se encuentran entre lo mejor de la producción del grupo, como los tradicionales Sir James the Rose y Orfeo/Nathan´s Reel. Por otra parte, el ritmo febril que la discográfica imponía al grupo para grabar material provocó el cansancio de miembros como Peter Kinght y Bob Johnson que durante 1976 estuvieron trabajando en un proyecto propio paralelo que Chrysalis accedió a editar con la condición de que no abandonasen el grupo hasta que Rocket Cottage estuviese terminado. El disco de ambos músicos, publicado en 1977, era un ambicioso concept album musical-dramático que adaptaba la novela fantástica de Lord Dunsany The King of Elfland´s Daughter (La Hija del Rey del País de los Elfos) pero pese a contar con las colaboraciones de lujo de gente como Alexis Korner, Mary Hopkin o Cristopher Lee como narrador (además de importantes músicos de estudio) la disquera no quiso promocionarlo y fue un rotundo fracaso comercial. Hoy en día, este curioso LP es considerado un disco de culto pese a ser muy difícil de localizar. Johnson y Knight, decepcionados, abandonaron Steeleye Span a principios de 1977.  






CONTINUARÁ