miércoles, junio 04, 2014

El Aparatito Lumiere MALDITOS VECINOS (NEIGHBORS)





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Este intento de resucitar el cine americano de juergas universitarias de los 80 con fraternidades, fiestas salvajes, estudiantes salidos, vecinos y autoridades  aguafiestas,  catástrofes y accidentes saldos de madre, chistes de humor grueso y humor escatológico demuestra que el cine USA cuando quiere mostrarse un poco gamberrete no tiene muchos recursos originales que digamos y recurre a clichés antiguos mas o menos modernizados y actualizados y entendibles por una nueva generación de espectadores que acudirán a ver esta película dispuestos a partirse de risa con gags alocados y raciones de  referencias sexuales, como ya ocurría en clásico de la comdia gamberra universitaria como Desmadre a la americana, Los Incorregibles Albóndigas o la saga Porky´s. Este pequeño desaguisado que nos ocupa pretende hacer mofa de la brecha generacional y comportamental entre una pareja de treintañeros padres de un bebé con un sus nuevos vecinos, un numeroso grupo de universitarios miembros de una fraternidad dispuestos a correrse todas las noches la juega padre. Así, por medio de escenas alocadas, chistes de tetas y pichas, enredos absurdos y una total desgana en un argumento pobre y sin nada de chispe, la película  trata de entretener pero sin conseguir absolutamente nada de provecho.


El único rasgo mas o menos novedos que puede plantear Neighbors es el convertir la Némesis de los universitarios en una joven familia no muy lejos de la edad de los chavales y que al principio hace todo tipo de absurdos planes para ganárselos y que molesten lo menos posible. Un joven cómico en supuesta alza como Seth Rogen encarna al neófito padre de familia Mac, enfrentado junto con su mujer Kelly (Rose Byrne) al líder de la fraternidad Teddy, interpretado por el apolíneo Zac Efron en una cómica batalla que pese que en algún momento resulta ingeniosa muchas veces cae en lo zafio y en lo previsible. Chistes buenos aislados pero mucha caspa y tópicos por doquier, muy poco hay salvable en esta película

domingo, junio 01, 2014

FORGES, 50 AÑOS DE INCREIDIBOL HUMOR MOLLAR Y FETÉN (DESDE LA A A LA Z)




 

En 1964 comenzó la carrera artística de uno de los más grandes e influyentes humoristas gráficos españoles de todos los tiempos, Antonio Fraguas De Pablo, Forges (Madrid, 1942). Un dibujante con un estilo gráfico y humorístico personal e intransferible que desde hace medio siglo ha calado hondo en la memoria sentimental de españoles y españolas y en la cultura popular ibérica. Aquí mostramos un “de la A a la Z” que trata de resumir las claves de la carrera de Forges en 27 palabras. Un homenaje a un gran maestro



Actualidad: Forges siempre ha sido un humorista gráfico inspirado en la actualidad política y social, especialmente española aunque también la internacional, sobre todo en los últimos tiempos. Desde sus comienzos en los años 60 en revistas como la histórica La Codorniz o en diarios como Arriba, Pueblo o Informaciones (aunque en aquella época de una manera más tibia y velada a causa de la censura franquista), Forges ha acostumbrado a reflejar en sus viñetas las noticias del día, los temas de la más rabiosa actualidad y su propio opinión sobre los aspectos más candentes de la sociedad española o de la situación internacional. Un humorista inmediato y de gran sagacidad que siempre ha hecho gala de un sentido crítico que mucha veces va más allá del humor cuando se torna simbolista y a veces incluso poético y por que no, amargo cuando tiene que mostrar las consecuencias de situaciones especialmente desagradables. Una revisión de sus viñetas - especialmente de las publicadas en prensa diaria- a lo largo de sus 50 años de trayectoria nos muestra todas las circunstancias de  historia de España reciente: la lentitud de la burocracia, el anquilosamiento de  los últimos años del franquismo, los dilemas del español medio en la transición, el boom de la televisión, la llegada de la democracia, el auge de los yuppis y la cultura del diseño, la pasividad de la burguesía, la corrupción de la clase política…A veces desdramatizador, otras sarcástico, otras tierno, indignado, esperanzado. Es precisamente el poso de optimismo y esperanza que muchas veces transmite en sus viñetas cómicas el que consigue la complicidad con el lector. No obstante, Forges nunca ha sido considerado un humorista gráfico político (muy pocos políticos reales han aparecido caricaturizados/satirizados en sus viñetas) ni ha tenido especial preferencia por nombres propios de actualidad de cualquier ámbito de la vida.  Hay que decir sin embrago que desde principios de los 90 el comentario político (y los políticos) está más presente en el humor gráfico de Forges


Blasillos: Sin duda el personaje más conocido de cuantos Forges ha creado como recurrentes en sus viñetas es Blasillo, un adolescente de un pueblo indeterminado de Castilla de pelo rapado, pantalón corto y bufanda al cuello que acompañado la mayor parte de veces por su amigo “clónico” Cosme (al principio sin nombre, por lo que se conoce generalmente a ambos personajes como los Blasillos, debido a su apariencia idéntica) se dedica a comentar temas de actualidad y ha soltar disquisiciones filosóficas varias mientras camina impasible por campos castellanos bajo un sol de atardecer. Creado en 1966 en las páginas de Pueblo, Forges no ha dejado nunca de dibujar a Blasillo, la expresión de sus propios pensamientos y opiniones sobre los más diversos temas y también portavoz de la opinión del español medio y reflejo del pensamiento popular (no es casual la contextualización del personaje en el genuino y atrasado mundo rural español de la segunda mitad del S. XX). Blasillo, el alter ego dibujado de Forges por excelencia (y sin duda su personaje más querido) es ya un icono de la cultura española y uno de los más deliciosos personajes de cómic y humor gráfico de cuantos han sido creados en España. Sus sentencias y comentarios (y los de Cosme) están cargados tanto de ácida crítica como de un enorme sentido común y casi siempre con un indudable tono poético en las viñetas más minimalistas y concretas que dibuja Forges, repetidas casi siempre en el mismo modelo conformando casi un cliché visual, al igual que en las viñetas protagonizadas por otros personajes fijos del dibujante. No siempre precisamente humorísticas las reflexiones de los Blasillos, entre ellas nos podemos encontrar verdaderas joyas de opinión de actualidad de belleza poética en una sola frase. En los últimos años Blasillo se hace acompañar en sus sesudas caminatas por su supuesta novia, una joven de aspecto más moderno 


Costumbrismo: El humor de Forges se puede describir como enormemente peculiar y personal, pero siempre ha tenido una inspiración plenamente costumbrista inspirada en la realidad de la calle y en la situación cotidiana del español medio. Las penurias y rifirrafes de la vida matrimonial, los (muchas veces caóticos) problemas laborales, la España rural y cejijunta, el mundo anquilosado de los funcionarios, los filósofos borrachos de bar, los enloquecidos hinchas de fútbol, los cargos públicos mediocres (los “Romerales”), la burocracia…Eternas realidades vistas con un tono esperpéntico y extremo, pura caricatura sublimada en la exageración cómica. Pese a lo delirante de muchas situaciones plasmadas por Forges, es fácil identificarse con las realidades y con los personajes que aparecen en sus viñetas, pese a las características físicas casi idénticas de estos últimos: narigones filiformes, los hombres la mayor parte de las veces calvos y con bigote y las mujeres con el pelo rizado. Esta imagen empleada desde 1964 correspondía al español urbano del Franquismo (añádase a lo antes descrito chaqueta y corbata) y pronto conectó con el público por su total identificación con el ciudadano real, lo mismo que otros personajes cliché como el aldeano rural con boina y fajín, la anciana con pañuelo y mantilla y el mismo Blasillo representaban fielmente el estereotipo de la España de campo. A lo largo del tiempo Forges ha ido actualizando su costumbrismo humorístico (renovando también el modo de hablar de sus personajes con nuevas palabras de moda y neologismos) pero siempre con sus inconfundibles señas de identidad


Diario 16: Fue el periódico en el que Forges publicó diariamente una viñeta entre 1982 y 1989 tras publicarse conjuntamente dibujos suyos diarios en diversos periódicos españoles de manera “sindicada” (algo que continuará en la década de los 80 aunque los chistes gráficos de Diario 16 eran de publicación exclusiva).  La viñeta de Diario 16, entonces dirigido por Pedro J. Ramírez, se encontraba en la sección de editorial. En 1989, Forges abandona Diario 16 y comienza a colaborar con El Mundo, fundado por iniciativa de Ramírez y con el propio Forges como uno de los fundadores. A partir de esta etapa, Forges solo colaborará de manera exclusiva en un solo diario. 
 
El País: Es el diario en el que a día de hoy Forges publica viñetas de periodicidad diaria como chiste editorial. El dibujante comenzó a colaborar en El País en 1995 desencantado con el rumbo sensacionalista que estaba tomando El Mundo. Esta nueva etapa se caracteriza por un tono más lírico-poético, didáctico y también más crítico con la clase política y con las injusticias sociales, fruto sin duda de la experiencia de un autor veterano y de vuelta de todo. 


Forrenta Años, Los: Sin duda alguna una obra que marcó un antes y un después en la carrera de Forges fue está crónica del Franquismo (1939-1975) narrada por él e ilustrada con sus chistes gráficos. Publicada a finales de 1977 por Ediciones Sedmay en diez fascículos coleccionables con el nombre de “Los Historiciclos” (con las tapas al final de la colección), Los Forrenta Años son un total de 200 páginas en donde se contaba por primera vez de manera humorística (y también una de las primeras veces) la infausta época de la dictadura franquista solo dos años después de la muerte de Franco. Mediante una crónica cronológica lineal y echando mano de la habitual ironía, el lenguaje, los personajes y el humor fino forgesiano se trazó una divertida crónica social, política y cotidiana de aquellos casi cuarenta (forrenta) años en donde no se olvidaba ni la denuncia ni la desmitificación de unos años que los acólitos al régimen calificaron de “gloriosos” reseñando atrocidades e injusticias varias junto con acontecimientos clave y curiosas noticias y anécdotas la época. Fue la primera gran crítica editorial al Franquismo, muy exitosa  y popular en su tiempo y rodeada de todo tipo de polémicas y amenazas, como fácil es de suponer. Los Forrenta Años, consolidaron el forgesianismo puro y ayudaron a muchos españoles en plena transición a aprender a desprenderse del rancio legado pasado dictatorial y a mirar al futuro con optimismo.     



Galardones: A lo largo de su carrera Forges ha obtenido numerosos premios y reconocimientos. Sería largo de enumerar su palmarés de galardones, pero destacaremos: Premio Internacional del Humor Gat de Perich (2000), Premio Antonio de Sancha (2001), Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (2007), Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes (2011), Premio FAO (2012), Premio a al Convivencia, Paz y Libertad de la Fundación Rodolfo Benito Samaniego (2013), Premio nacional de Periodismo Pedro Antonio de Alarcón (2013). Curiosamente Forges no suele recoger sus premios.  


Historia de Aquí: En cuanto a libros esta tal vez sea la obra maestra de Antonio Fraguas: la Historia de España desde la prehistoria a la guerra de la independencia contada en tres tomos de  280 páginas cada uno con dibujos de enorme calidad, de las mayor conseguida durante toda su carrera. Al igual que otras obras de Forges durante los 70 y 80  fue editada en fascículos semanales encuadernables entre 1980 y 1981 esta vez por parte de la por entonces todopoderosa Editorial Bruguera. Una obra ambiciosa y muy lograda en donde el dibujante y humorista explotó su afición a la Historia y a las humanidades (estudió en su juventud Ciencias sociales) narrando con su inconfundible humor – mediante texto didáctico y viñetas, al igual que Los Forrenta-  la Historia de España con ironía, chanza, crítica, lenguaje forgesiano, esperpento marca de la casa  e intencionados anacronismos varios en las ilustraciones con efecto humorístico. Fotografías reales, retratos y material de archivo gráfico de obras de arte, grabados y cuadros completaban un delicioso y elaborado trabajo (Forges contó con varios colaboradores y asesores históricos y de investigación) de gran valor didáctico ya que además es una de las crónicas de la Historia de España de más amena lectura de cuantas se han hecho. En 1984 Forges publicó una nueva colección de fascículos encuadernables en tres tomos continuación de esta obra, Historia Forgesporánea (Ediciones Zinco), que narraba la Historia española desde el reinado de Fernando VII hasta la llegada del PSOE al poder en 1982. Los fascículos de Historia de Aquí han sido reeditados varias veces hasta finales de los 80 tanto por Bruguera como por su heredera Ediciones B. También se ha editado conjuntamente en colección de volúmenes completos a finales de los 90 Historia de Aquí e Historia Forgesporánea bien bajo el nombre de la primera o bajo el título genérico de La Historia de España.     


Ilustrador invitado: Forges ha amenizado con sus viñetas e ilustraciones un gran número de publicaciones ajenas de todo tipo y materia, especialmente divulgativas: cuando se quiere dar un toque ameno, entrañable y humorístico a manuales, libros técnicos, crónicas periodísticas, etc se recurre al humor gráfico de Forges. Así, ha ilustrado manuales para la ONCE, los libros de Informática para Torpes (1992-2007), Historia de la Psiquiatría (2000) de Ana Martos Rubio, El Ambiente siempre está en el Medio (2006) de Joaquín Araujo o  diferentes manuales de la serie Para Torpes de Editorial Oberón (2008-2013). También ha ilustrado el libro infantil Numeros pares, impares e idiotas (2003) de Juan José Millás, Polvo eres (2011) de Nieves Concostrina o los libros de memorias escritos por su mujer Pilar Garrido La postguerra vista por una particular y su marido (2010)  y Del guateque al altar (2013). Hasta la mismísima Constitución Española ha contado con las ilustraciones de Forges.   



Jerga “forgesiana”: Uno de los rasgos más característicos y entrañables del humor de Forges es el vocabulario de sus personajes, algo que comenzó a llevar a cabo desde los comienzos de su carrera y que ha continuado haciendo siempre. Basado principalmente en diversas etapas del lenguaje popular en castellano desde la década de los 60, en el habla de los extrarradios y la jerga coloquial urbana de los 60,70 y 80 con no pocos elementos del castellano castizo madrileño y del argot de las zonas rurales de las dos Castillas y la Comunidad de Madrid, el habla forgesiana pese a su aparente ininteligibilidad y la abundancia de palabras y expresiones extravagantes creadas por el propio Forges ha pasado a formar parte no pocas veces del habla popular coloquial en España. Con muchos anglicismos imposibles y frases rimbombantes de aparente riqueza literaria pero cómicamente dispuestas en un contexto incongruente, el humorista nos ha dejado palabras como esborcio, ayvé, stupendo, talmente, imposeibol, gensanta, aguata o mollar -algunas arcaísmos o coloquialismos anticuados en un nuevo contexto- además de popularizar algunas expresiones del habla popular y juvenil de los 70 como fetén, bocata o muslamen. Exclamaciones o frases hechas como “¡lo hise!” o su inmortal “País” son algo más que sus señas de identidad. A todo esto habría que unir juegos de palabras varios, introducción de palabras con grafía en idiomas como el catalán o el euskera y el hecho de que su propio pseudónimo muchas veces disfraza y “forgesiza” palabras títulos de obras, proyectos o secciones de prensa suyas (Forgendros, Forrenta, Forgescedario, Forgesound)  

Bunker: Este “personaje” que el autor creó en los últimos años del Franquismo era como su nombre indica un bunker de la Guerra Civil que permanecía impasible ante las propuestas y quejas de Blasillo y Cosme y otros personajes. Representaba el inmovilismo del viejo y caduco régimen que aún seguía tratando de imponer y mandar a los españoles en los primeros años de la transición, época en la que Forges lo siguió dibujando. Esta crítica mordaz al Franquismo y el totalitarismo fascino a una nueva generación de españoles que enseguida encumbraron a Forges como el humorista gráfico de la transición por excelencia.


Libros: Además de sus chistes gráficos en  periódicos y revistas, Forges ha publicado un gran número de libros, muchos de ellos recopilaciones de viñetas, en diferentes formatos y conceptos. El Libro de Forges (1972) fue la primera recopilación de sus dibujos publicados en diferentes medios, cuando el dibujante estaba empezando a convertirse en el humorista gráfico más admirado en España. A esta compilación le siguieron otras como Forges 2 y 3 (1973-74), Forges 4 (1979), Forges 5 (1982), la serie Forgescedario (1980-82) Un país de Romerales (1987) o Humor del Día (2003). Paralelamente a las recopilaciones se encuentran las obras originales gráficas creadas por el autor: Forges ha editado hasta seis colecciones de fascículos -una de ellas como suplemento de revista- que constituyen otros tantas obras (algunas de varios volúmenes como Historia de Aquí e Historia Forgesporánea), colecciones de libros como Los manuales de Crisp y Son (1985)- manuales de autoayuda en clave humorística escritos junto con otros autores-, Tu Historia de Hoy (1988)- La Forgesporánea con los capítulos agrupados en 8 volúmenes- o sus series en La Neurona Feliz de El país Aguilar (1996)- Guías Prodigiosas, sobre temas de actualidad y Anuarios-; y volúmenes únicos como Arte de amar (2005). También ha editado varios capítulos de Historia Forgesporánea y de otras obras publicadas originalmente en fascículos como La Constitución (1978) en tres volúmenes independientes sobre la Historia de España en el siglo XX de nuevo bajo el título de Historia de Aquí (2006) y ha colaborado en álbumes de cómics dibujados junto con Alfonso Azpiri (tres títulos de la colección Terror-Humor, 2011-13)  


Mariano Romerales (y Concha): Mariano es el nombre por el que se el conoce al eterno personaje cliché de Forges, el español medio representado por el típico calvo bigotudo y con gafas forgesiano, superado por todos los acontecimientos y situaciones que pululan alrededor de él. Aunque no se trata en el sentido estricto de la palabra de un personaje fijo, los “Marianos” de Forges (apellidados generalmente Romerales) han sido el vehículo perfecto para mostrar al ciudadano de a pie, el oficinista o funcionario casado infeliz en su matrimonio, de débil carácter (dominado por su mujer y por un absurdo sistema burocrático) pero a fin de cuentas ingenioso y con un punto rebelde. Forges creó a Mariano Romerales a finales de los 60 para retratar al ciudadano del tardofranquismo hastiado con todo (y con su señora) e inmediatamente muchos lectores se vieron reflejados en el -y en todos los personajes de Forges de similares características ya que a fin de cuentas, casi todos los personajes masculinos de Forges se llamaban Mariano y/o se apellidaban Romerales- lo cual originó que dicho “personaje” con lógicos cambios de comportamiento e intereses fruto de la evolución del tiempo, perdure hasta hoy. En la transición, el funcionario Romerales se convirtió en diputado y sirvió a Forges para satirizar los nuevos avatares de la novedosa situación política democrática. Concha, la esposa de Mariano, fue creada como una mujer gorda, indeseable, dominanta y chismosa a la que su marido odiaba (aunque a veces mostrase hacia ella ternura) y llamaba foca en lo que era una parodia de un matrimonio imposible con ambos cónyuges llevándose a matar y la cama como testigo de delirantes situaciones: la Concha “foca” de Forges (y sus señoras gorditas y rizosas en general) también se convirtió en un personaje entrañable y característico del autor como prototipo de la española de fuerte carácter en contraposición a un marido débil y calzonazos (como ella misma le denomina) como Mariano. Desde los 90, la gorda de Forges- un personaje que resultaba algo misógino- ha desaparecido y ahora Concha es una señora de complexión normal. Un dato: por motivos obvios, desde hace tiempo Forges no utiliza el nombre de Mariano para sus personajes de ficción.                


Náufragos: Los dos náufragos harapientos y barbudos en una diminuta isla desierta son otros de los personajes más conocidos y entrañables de Forges. Uno de pie y el otro sentado y meditabundo ambos reflejan dos actitudes y estados de ánimo: el primero, idealista, quijotesco y soñador propone a su compañero descabelladas ideas imposibles de llevarse a cabo en una pequeña e inhóspita isla desierta y plantea extrañas preguntas que parecen querer dibujar otra situación bien distinta al naufragio en el que se encuentran, mientras que el segundo rechaza las ocurrencias de su compañero, las desbarata con frases demoledoras o simplemente las ignora, aunque entre ambos en ocasiones también existe complicidad dándose la razón mutuamente. Tan sugerentes y líricos como Blasillo y con humor que destapa al Forges más surrealista, los náufragos son de las mejores creaciones del autor en cuanto a personajes.              


España: No cabe ninguna duda de que el Estado español es la principal fuente de inspiración del peculiar humor de Forges. Siempre con un tirón de orejas a un país como él siempre lo ha caracterizado de mediocres, corruptelas, chanchullos chupatintas, potentados prepotentes, burgueses acomodados, holgazanes, ejecutivos tontosdelculo y pueblerinos con ínfulas, pero también con un especial cariño a la ciudadanía española y con un total deseo (y certeza) de cambio. El humor de Forges es totalmente ibérico tanto en el lenguaje coloquial y la apariencia de sus personajes como en las situaciones  “tipical spanish” que él presenta, así como en los últimos años las referencias directas a temas de la actualidad española corroboran la condición  del universo de Forges como algo consustancialmente español. El propio autor, no obstante, siempre ha estado convencido de que el carácter español pese a sus aspectos negativos contiene valores realmente conservables. Eso si, para Forges España siempre será su principal quebradero de cabeza. Y es que su “lema” por excelencia no puede ser más evocador: Pais!      


Originalidad: El humor gráfico de Forges desde sus comienzos resultó enormemente  original y de alguna manera revolucionó el concepto de viñeta humorística en España. Si bien en sus primeras viñetas el autor cultivaba un humor muy esquemático, esperpéntico, negro y simbólico, más basado en la imagen que en el texto (de hecho muchas de sus primeras viñetas eran mudas) pronto se decantó por el juego de palabras, el costumbrismo con tintes delirantes y caricaturescos y la crítica cotidiana mediante personajes de rasgos repetitivos y con comportamientos propios de los nuevos españoles que hastiados de la dictadura ansiaban el cambio político (esto expresado veladamente, claro) sometidos a un espejo deformante alocado y delirante en cuanto a imagen y lenguaje. Forges creó un metauniverso propio, personal e intransferible que año tras año es su principal seña de identidad, con un humor muy ingenioso en cuanto a fondo y forma- el argot de sus personajes cumple un papel fundamental en ese sentido- a medio camino entre el esperpento y la caricatura fantasiosa para ilustrar lo absurdo de situaciones cien por cien reales e identificables. Ningún humorista gráfico anterior a él había logrado un humor tan personal e inmediato y tan hijo de su tiempo. No solo su humor resultó altamente innovador e influyente en los años 60 y 70, también lo fue su estilo gráfico basado en un dibujo muy sencillo y simple a trazos muy gruesos con personajes identificables a primera vista. Y es que el padre de Forges, el periodista y escritor Antonio Fraguas Saavedra  ya advirtió a su retoño que si quería dedicarse al dibujo de chistes e historietas tenía que tener un estilo identificable a cien metros, y así lo hizo. Por otra parte, el hecho de que Forges utilizase bocadillos en sus chistes en lugar de textos al pie tampoco era usual a principios de los 60; se puede decir que el autor ayudó a fusionar el cómic con la viñeta humorística dentro del mundo de la historieta española ya que recursos como varios personajes dialogando en una sola viñeta autoconclusiva es algo más propio del cómic que del humor gráfico tradicional. 


Polifacético: Además de dibujante y humorista gráfico, Antonio Fraguas ha cultivado otros campos, en su mayoría relacionados con el humor. Sus comienzos profesionales de hecho estuvieron alejados del dibujo ya que desde 1956, con 14 años, hasta 1973 ejerció de técnico de imagen y coordinador de estudio en TVE (aunque comenzó en el dibujo humorístico en 1964 no se dedicaría exclusivamente a el hasta nueve años después). Forges ha hecho televisión, cine- dirigió los largometrajes País S.A. (1975) y El Bengador Gusticiero y su pastelera madre (1977), ha colaborado en programas de radio (Protagonistas, La Ventana, No es un día cualquiera), ha realizado diseños para varias campañas de publicidad, ha realizado portadas de libros y carteles de películas y ha publicado una novela narrativa, Doce de Babilonia (1992). Desde 2012 es director técnico del instituto Quevedo del humor de la Universidad de Alcalá de Henares.      


Querido: Forges es uno de los humoristas españoles de cualquier disciplina más conocidos, admirados y queridos de los últimos 50 años, tal vez el dibujante cómico español por excelencia. Carismático y extraordinario comunicador (tanto a través de sus viñetas como de entrevistas y conferencias) Ya a finales de los 60, Forges se había convertido en el humorista gráfico español de moda y en todo un fenómeno social, admirado sobre todo por un público joven y ansioso de nuevas formas de humor nacido en los 40 y 50. En los 70 era ya toda una estrella del dibujo y del cómic, con sus característicos dibujos omnipresentes en prensa, anuncios y carteles varios. Fue el dibujante oficial de la transición a la democracia (1975-1980) y uno de los exponentes de la modernidad española en los 70. Proyectos como el disco Forgesound (1976) en el que tomaron parte Luis Eduardo Aute, Rosa León, Teddy Bautista y el escritor y músico Jesús Munárriz con canciones sobre los personajes y el humor de Forges y letras coescritas por el dibujante dan fe del estrellato que a mediados de los 70 había alcanzado Forges. Con sus Comiciclos y sobre todo con Los Forrenta Años lideró la vertiente de lápiz y tinta china de la lucha por la consolidación de un nuevo status político en España convirtiéndose en todo un líder de opinión. Y en las décadas siguientes el afecto del público no ha menguado en absoluto.   


Revistas: Las viñetas de Forges han aparecido en un interminable número de revistas y publicaciones periódicas en España de todo tipo y género, bien con dibujos exclusivos o echando mano de otros antiguos, si bien lo habitual es el primer caso. Aunque Forges debutó como dibujante en el diario Pueblo con Jesús Hermida de valedor, ese mismo año comenzó a colaborar con el mítico semanario humorístico La Codorniz, donde se concentraba la creme de la creme del humor gráfico y escrito español (Álvaro de Laiglesia su director, Gila, Pablo, Chumy Chumez, Mena) aunque su actividad como dibujante hasta 1970 fue fundamentalmente en diarios. A  partir de los 70, año en que deja de La Codorniz, se prodiga en otras revistas satíricas como Hermano Lobo- la revista de humor más cañera y leída de la transición, en la que colabora durante toda la existencia de la publicación desde 1972 hasta 1976-, Por Favor o la serie de chistes de humoristas gráficos Comicilos (1974-1976), además de la revista del corazón Diez Minutos. Desde finales de los 70 comienza a publicar en Sábado Gráfico, Lecturas, El Jueves- toda institución de la historieta satírica española- o Interviú, colaborando con estas últimas hasta bien entrados los 90. Además de revistas de información general, del corazón o de humor Forges ha colaborado puntualmente en revistas especializadas, boletines o publicaciones corporativas como la revista del Athletic Club- su club de fútbol favorito- a principios de los 90. Fue en las revistas a partir de los 70 cuando Forges comenzó a colorar sus viñetas no aparecidas en periódicos, ya que en La Codorniz aún las realizaba en blanco y negro.    


 
Solidaridad: Forges siempre ha sido una persona muy concienciada con la realidad social y muy crítica con la sociedad actual y sus injusticias, algo que nunca ha dudado en expresar en sus viñetas. Desde principios de lo 90, Forges se ha posicionado en sus dibujos en contra de acciones de ETA, a favor de la donación del 0,7% de los presupuestos estatales a los países pobres, o ha recordado la situación de países asolados por tragedias como Haití o Afganistán. El dibujante, que cree firmemente en la convivencia y en el diálogo, ha participado también en varias campañas solidarias a favor de los Derechos Humanos (Objetivos del Milenio de la ONU, 2008), los derechos de la mujer, la integración social de los colectivos desfavorecidos. Muchas de sus viñetas expresan esa preocupación por los mas débiles y sus deseos de mejora de la sociedad española, especialmente en estos últimos tiempos de crisis en donde carga contra la corrupción, los desmanes de los bancos y la incompetencia de la clase política.



Televisión: A parte de haber trabajado de 1956 a 1973 en TVE sucesivamente como técnico de telecine, mezclador de imagen y coordinador de estudio, Antonio Fraguas siempre ha tenido cierta estrecha relación con la televisión. En la segunda mitad de los 60, cuando ya se estaba convirtiendo en un dibujante célebre, creó y dirigió dos series humorísticas en TVE: El Muliñandupelicascarajo (1968) y Nosotros (1969). En 1974, cuando ya era todo un fenómeno social en España creó 24 Horas de Aquí. En 1991 volvió al medio televisivo en Telemadrid con el programa Deforme semanal. Forges también ha tenido microespacios en los 90 en cadenas como Canal + y ha visto animados sus dibujos en spots publicitarios televisivos como los de Historia de Aquí (1980), Historia Forgesporánea (1984) o algunas campañas publicitarias con las que ha colaborado.  



Ubicuidad: Durante 50 años Forges se ha prodigado como nadie en diferentes medios y soportes: periódicos, revistas, libros, guías, publicidad, calendarios, anuarios, fascículos coleccionables…Una vez afirmó que dibujaba cinco viñetas al día, lo cual le convertiría en un dibujante de record Guiness. En otras palabras, Forges ha estado siempre omnipresente y ubicuo en la sociedad española por medio de sus dibujos     


Viñetas: Una de las grandes innovaciones que el autor introdujo en el humor gráfico de una sola viñeta fue los bocadillos para expresar lo que dicen los personajes. El bocadillo, recurso propio del cómic, no era prácticamente utilizado en la viñeta de humor gráfico en España y en ese sentido Forges innovó la viñeta cómica aproximándola a los códigos del cómic y otorgándola así un aumento en su capacidad expresiva: varios personajes podían mantener un diálogo de varias frases en una solo viñeta gracias a los bocadillos y se podían expresar mediante onomatopeyas y símbolos; de ese modo la capacidad cómica de la viñeta podía alcanzar niveles de expresividad que los chistes de una sola viñeta y texto al pie no podía conseguir. Aunque Forges nunca ha realizado en solitario un cómic propiamente dicho, por el motivo antes expuesto el mundo del noveno arte en España le considera casi como uno de los suyos pese a no ser un autor de cómic en el sentido estricto de la palabra. No obstante, Forges ha publicado de vez en cuando alguna que otra historietilla de tres o cuatro viñetas en algún medio y muchas de sus obras temáticas como Los Forrenta, La Constitución, Historia de Aquí o Los Manuales de Crisp y Son tienen cierta filiación historietística por su disposición de varias viñetas en una sola página o plancha (aunque sean independientes las viñetas unas de otras) y su ligera disposición secuencial. Por otra parte, es necesario mencionar la lo inconfundible de sus característicos bocadillos de borde megagrueso y manuscritos con la característica letra de Forges       


Wordiales´82, Los: La colección de fascículos encuadernables Con ustedes… Forges ’82 también conocida como Los Wordiales´82 (1982) sobre el Mundial de fútbol de España y la historia de la Copa del Mundo fue la cuarta obra por entregas que Forges publicó, editada por Ediciones Uve. Esta obra de un solo volumen no es de las más brillantes del autor pero una vez más muestra la capacidad multitemática de Forges. Además de las ya citadas en este artículo, Forges concibió otras obras por fascículos como La Constitución (1978), la Constitución Española (aún pendiente de aprobar cuando se publicó la versión de Forges a finales de 1978) que él mismo autoeditó en cuatro fascículos y que constituye por tanto la primera edición no oficial de la carta magna española y de momento la única versión de este texto que cuenta con ilustraciones cómicas. Este libro volvió a editarse como parte integrante del volumen Historia de Aquí 1978-1982: la consti y la transi en 2006 en donde también se incluye el último coleccionable de Forges, Historia de la Transición, publicado por entregas en la revista Interviú en 1996 y en su mayor parte compuesto por viñetas de la época.     



Exposiciones: Han sido varias las exposiciones dedicadas a la obra de Forges, originales o retrospectivas: El ambiente siempre está en el medio (2006), Los Forrenta Años (2011) Viñetas sobre el orfeón burgalés (2012), ¡Ellas! (2013), Drácula ilustrado (2013), Mafalda y Forges: medio siglo de humor (2014,) entre las últimas que han tenido lugar.

Garrido Cendoya, Pilar : La esposa de Antonio Fraguas, nacida en Córdoba en 1939, ha sido una colaboradora importante en la trayectoria de su marido y su impronta se deja ver en el trabajo de documentación en investigación de Historia de Aquí entre otras publicaciones. Pilar estudió magisterio y durante 21 años fue profesora en el Colegio Estudio de Madrid. Es autora de dos libros de memorias ilustrados por su marido, La postguerra vista por una particular y su marido (2010) y Del guateque al altar (2013).      


Azpiri, Alfonso : Autor y guionista de cómics de enorme prestigio internacional, Azpiri (Madrid, 1947) colaboró activamente con Forges a principios de los 80 como entintador, coloreador y fondista en Historia de Aquí o Wordiales´82 al tiempo que desarrollaba su carrera como dibujante de cómic adulto en revistas como españolas como Cimoc o extranjeras como Heavy Metal, aunque el estrellato no le llegará hasta la segunda mitad de los 80 cuando se convierte en un reputado ilustrador de carátulas de videojuegos. Azpiri ayudó a Forges a que sus viñetas en dichas obras tuviesen categoría de cómic de primer nivel y las elevó a obra de arte (es notable el caso en Historia de Aquí) gracias a su dinámico coloreado. Después de un tiempo, Forges y Alfonso Azpiri han vuelto a colaborar en el proyecto Terror-Humor en donde han firmado conjuntamente sendas versiones en cómic de tres clásicos de la literatura terrorífica como Drácula (2011), El Monstruo de Frankenstein (2012) y El Fantasma de Canterville (2013) en donde se introduce un elemento de comedia en dichos relatos góticos.