sábado, mayo 28, 2016

MADAME BOVARY



 
** y 1/2

Las adaptaciones de clásicos universales de la literatura siempre son bienvenidas en estos tiempos que corren de mensajes simplificados en watsapps, twitts y faltas de ortografía hasta en los medios de comunicación. Madame Bovary, una de las novelas quintaesenciales del realismo literario del siglo XIX se encuentra con una nueva traslación a la pantalla grande desde luego no tan memorable como la de Vincent eMinnelli en 1949 con Jennifer Jones o el más que atinado pastiche de la historia que hizo David Lean en 1970 con Ryan´s Daughter  Esta es una producción británico-belga modesta pero sumamente cuidada en su ambientación sustentada en buenas interpretaciones y por supuesto en el poder dramático que aún sigue irradiando su inmortal historia. Así, pese a que la película consigue transmitir el espíritu de la historia de Emma Bovary -la mujer desesperada por lo anodino de su matrimonio concertado y que pese a los beneficios materiales que este le trae decide dar rienda suelta a sus sentimientos y a su pasión iniciando relaciones extramatrimoniales para alcanzar la felicidad de su espíritu y huir de los convencionalismos y de las restricciones de la época para una mujer casada- se nota un excesivo encorsertamiento  formal y una sensación de que la adaptación se ha hecho con tiralíneas y sin desde luego la pasión que requería el relato. Se eliminan varios pasajes y tramas de la novela de Gustave Flaubert aunque esto no es lo peor, lo más decepcionante es ver como momentos clave de la historia están tratados de una manera que pasan totalmente desapercibidos.

No se puede reprochar mucho a la cada vez más sólida actriz Mia Wasikowska- que parece hacer de personajes literarios legendarios del siglo XIX su especialidad- quien compone una Emma Bovary más que correcta, y tampoco el resto del reparto se encuentra desentonado. El asunto es que se ha hecho una adaptación rutinaria y muy poco estimulante pese a su más que evidente corrección formal y eso únicamente conduce a realizar una película olvidable en poco tiempo. Lo mejor será seguir leyendo el libro.